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martes, agosto 31, 2004

MURIO EL MAESTRO 


mario levrero

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lunes, agosto 23, 2004

MAX CACHIMBA, I LOVE YOU!!! 



Cuando tenía 20 años quería aprender a hacer comics y admiraba a Max Cachimba. Estudié dibujo un tiempo con Alvaro Pemper, a quien consideraba uno de los mejores dibujantes uruguayos en aquél entonces. Ahí me di cuenta de que la vida no me iba a dar para todo, así que deserté. Idolatraba por entonces a la revista FIERRO y sobre todo a Max Cachimba, a quien creía y creo entender profundamente. Un genio, me parece un genio. Qué más puedo decir, bueno, que cuando fui a Buenos Aires a hacer algunas entrevistas había pensado en él. Nunca pude concretar aquella entrevista, porque cuando llamé a la redacción de la Fierro me dijeron que él estaba en Rosario, un poco lejos de la capital. Yo ya no tenía tiempo.
Me acuerdo que había visto una foto en la Fierro en la que él, situado entre otros dibujantes de la mítica revista argentina, sostenía un vasito de vino en un vernisagge. Estaba vestido de negro, era flacucho y tenía unos mechones parados. Me gustó. Desde entonces quise más a Max Cachimba. Hace muchos años nos peleamos con mi novio. Yo lo extrañaba horrores y él también a mí. Pero nos faltaban excusas para volver a vernos. El me regaló un librito: "ROMPECABEZAS" de Max Cachimba y Pablo de Santis, de tapa naranja y negra. Y gracias a aquella excusa del regalo volvimos a estar juntos.

Lo que viene a continuación es una nota que salió en el suplemento "Radar" de Página 12 sobre Max Cachimba.

Historieta


MINIMAX

Alguna vez se llamó Juan Pablo González. No había cumplido 16 años cuando ganó el premio al mejor dibujante en un concurso organizado por la mítica revista Fierro. Ahora todos lo conocen como Max Cachimba. Ya no es un niño prodigio, pero su nuevo libro –Humor Idiota– prueba que es uno de los artistas más inspirados del comic local.

Por Martín Pérez

Con Humor Idiota, Max Cachimba ha vuelto a dar señales de vida artística. Anunciado como una compilación de las tiras que este dibujante esquivo realizó para el efímero diario Perfil, el pequeño volumen no sólo tiene tiras sino también viñetas a toda página, como la del pollo rostizado pero malabarista que ilustra esta nota. “Fue una idea de edición”, explica Max, que ha bajado fugazmente de su Rosario natal y ahora está sentado frente a un café en un bar porteño. Los editores de Humor Idiota son los responsables de una editorial independiente, Pequeño Editor, que publica bellas colecciones de libros de formato breve, en general dedicados a los niños. Con el libro de Max Cachimba parecen haber hecho una excepción. “No sé si estoy muy contento con algunas de las decisiones de edición”, se ataja el humorista. Lamenta dos cosas: que no hayan entrado en el libro todas las tiras que hizo para Perfil y esos títulos que acompañan a algunas de las tiras, que él asegura no haber escrito, pero que ostentan su letra. “Igual lo hicieron con la mejor intención del mundo”, los disculpa. No parece dispuesto a alterar su impasibilidad por nada del mundo. Con esa sonrisa que viene siempre acompañada de un silencio, Max Cachimba, de golpe, se me aparece como un hobbit dispuesto a hacer lo correcto con el tiempo que se le ha dado. Max irrumpió en la escena de la historieta local de la mejor manera posible: con su nombre real, Juan Pablo González (que era el que usaba para firmar en sus comienzos), se presentó y ganó un concurso organizado por la revista Fierro, el último gran órgano local del género. No tenía dieciséis años cuando se llevó el premio al mejor dibujante con una adaptación de un relato de Jack Vance. “Siempre pensé que gané ese premio sólo gracias a un exceso de benevolencia del jurado”, dice ahora Cachimba. “Más allá del dibujo, creo que mis virtudes eran más bien narrativas. Y que lo que premiaron no fue tanto lo que vieron como el potencial.” El jurado de Fierro busca dos manos estaba integrado por Juan Sasturain y Juan Manuel Lima, los directores de Fierro, que siempre confesaron que al poner sobre la mesa todos los trabajos enviados no dudaron ni un segundo: los dibujos del futuro Max Cachimba se distinguían claramente entre todos los concursantes.
Cachimba fue el mejor dibujante, y el ganador en la categoría guión fue para Pablo De Santis, que recién estaba dando sus primeros pasos como narrador. Lo que Sasturain y Lima hicieron inmediatamente fue reunirlos en una dupla creativa. El trabajo que hicieron juntos tal vez pueda considerarse como el epílogo más apropiado para aquella última época de oro de la historieta argentina de fines de los ‘80. Compiladas en un volumen titulado Rompecabezas (Colihue, 1995), aquellas historias funcionan como una increíble carta de presentación en la historieta local de un dibujante condenado a desaparecer (como parece haberlo hecho la historieta argentina luego del cierre de Fierro). “De esa época creo que lo que más me gusta son algunos guiones de Pablo De Santis, pero no las cosas que hice yo. Porque primero estaba probando cosas para ver cómo me sentía más cómodo, y después me la pasé cambiando para entretenerme y ver qué podía desarrollar. Así que rescato sólo las cosas más discretas. Y si estoy orgulloso de algo, es de lo que no hice: no haber profesionalizado lo mío, no haber terminado haciendo superhéroes...”
Los padres de Max, estudiantes de artes visuales, parecen haber empujado sutilmente a su hijo hacia el dibujo. Max recuerda que creció en un hogar sin televisión. “Me divertía mucho más leyendo –dice–. Leer me daba ganas de hacer cosas.” Cuesta sacarle la confesión de que de chico dibujaba sus propias historietas. Fanático de Gilgamesh y Savarese, Cachimba se confiesa como un apasionado de la ciencia ficción y comenta que, apenas creció un poco más, quiso saber cómo era eso de hacer historietas en serio. Y así fue como encontró lo que él llama su “oficio”.”Porque eso es lo que soy: un dibujante de historietas. En las otras ramas del dibujo soy sólo un advenedizo”, dice.
Ahora no tiene revista donde publicar sus trabajos, pero Cachimba multiplica los frentes: humor, pintura, dibujo animado, incluso música... “Hago de todo, pero no hay nada que haga muy en serio”, apunta. Estuvo en Fierro hasta que cerró, cuando llegó al número 100 y prácticamente clausuró una época. Para Cachimba –y para toda una generación de dibujantes–, la falta de revistas a lo largo de los ‘90 fue casi una condena mortal. La historieta es un arte que necesita de un medio; cada época de oro tuvo su gran publicación, y la generación del ‘90 apenas si creó sus revistas under, desde la mini Maldita Garcha hasta la maxi Lápiz Japonés. Max estuvo en todas. Y por fin terminó encontrando un lugar para publicar una plancha mensual en Inrockuptibles. “Lo mío ya había decantado hacia la peripecia humorística. Hacía historias con una cierta comicidad. Y la intención era no desentonar con el tono cultural de la revista.”
Dibujando para el diario La Capital o poniéndose al servicio de Pablo Rodríguez Jáuregui para sus dibujos animados, Max Cachimba siempre supo cómo ocultarse en su Rosario. “Acabo de inaugurar una pequeña muestra en un bar titulada El Buen Proceder: son unos cuadros en acrílico sobre los que intervino una ilustradora llamada Flor Balestra”, comenta casi al pasar, recordando con un gesto que en todo lo que no sea historieta sigue considerándose un advenedizo. Y con la misma desenvoltura dice que formó un grupo de música con amigos en el que toca la guitarra. Se llama Ernesto y su Conjunto, y sus shows son más bien performances. “Lo que hacemos es un engendro”, advierte. Algo consternado, cuenta que algunas de sus presentaciones, vaya a saber cómo, fueron filmadas y terminaron presentadas en una función para niños en el Museo de Bellas Artes de Rosario. Lo surreal del asunto, según Max, es que a pesar de utilizar muñecos y juguetes, lo que ellos hacen no es para niños. “Hay un soldado zoófilo, imaginate”, explica.
Max Cachimba aparece siempre donde menos se lo espera, intempestivamente, un poco como esas culturas lejanas, extinguidas sin dejar rastros, de las que cada tanto, de golpe, excavados por arqueólogos o por azar, aparecen obras o restos fulgurantes. Así sucedió cuando apareció en Perfil. “Me llamaron para hacer humor, algo que nunca había hecho”, cuenta. “Me pareció todo un desafío, por eso acepté. El punto de partida fue hacer chistes sobre chistes, trabajar dentro del código. Tratar de hacer un nuevo chiste de náufragos, por ejemplo. Con el riesgo de que saliera algo estúpido o incomprensible. Pero estoy bastante orgulloso de lo que conseguí: empecé con cosas titubeantes, hasta que al final terminaron apareciendo los chistes que componen el volumen.”
Pero cuando empezabas a encontrarle la vuelta, el diario cerró.
–Fue al revés: a los tres meses creo que había agotado las posibilidades. Así que por suerte el diario cerró rápido.
Fanático de los Hermanos Marx, Cachimba dice haberse cambiado el nombre porque Juan Pablo González le parecía una firma demasiado seria. “No me llamo Fontanarrisa”, se queja. Confiesa que intentó dar clases de dibujo, pero abandonó inmediatamente: “Soy incapaz de transmitir la más mínima consigna”. Asegura que cuando tuvo que hacer humor en Perfil comenzó a leer a Gary Larson, un humorista norteamericano “que me da la sensación de que es capaz de hacer cualquier cosa”. Y casi al pasar cuenta que sacó en España un libro con sus historietas titulado Cuarto de pollo/Llueve y que ahora está preparando otro. Título provisorio: The Great Psicolabis. “Va a tener una adaptación de la Eneida y otra basada en textos de Edmundo Rivero”, precisa. No es casual que, cuando habla de su grupo de música, Cachimba diga que “la idea no es tocar bien sino salir a tocar y que sea un caos. Transmitir diversión con esa cacofonía”. Eso es lo que ha venido haciendo con la historieta desde que apareció en Fierro. “Es que la mía esuna intención elemental: tener un tema y encontrar una manera efectiva de registrarlo y contarlo. Y esa manera no necesariamente tiene que tener un valor formal. Por alguna razón siempre estoy buscando imágenes. Me interesa ese mundo de imágenes ancestrales que parecen inconexas, pero que vale la pena rescatar.”


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domingo, agosto 22, 2004

SUNDAY 

Los fotogramas son de SUNDAY, uno de mis videos favoritos de Sonic Youth. Me encanta la boca roja de Macaulay Culkin, cómo juega con esa trompa que tiene. Y su lengua bien rosada. Y cómo mueve las melenas blondas con Thurston Moore. Copados.










C/F
SUNDAY COMES ALONE AGAIN

A PERFECT DAY FOR A QUIET FRIEND
D#/Bb C/F
AND YOU - YOU WILL SET IT FREE

I SEE NEW MORNING ROUND YR FACE

EVERYBODY SEZ ITS ANOTHER PHASE
D#/Bb C/F
AND NOW - NOW ITS COME TO ME

SEE THE MAGIC IN YR EYES

I SEE IT COME AS NO SURPRISE
D#/Bb C/F
AND YOU - YOU TURN YR EYES AWAY
D#/Bb C/F
YEH YOU - YOU TURN IT ALL AWAY

I GUESS ITS TRUE ITS NEVER TOO LATE

STILL I DON’T KNOW WHAT TO DO TODAY
D#/Bb C/F
OH WHY - CAN’T I SET YOU FREE
D#/Bb C/F
WILL YOU - DO THE SAME FOR ME
-------------------------------------
Solo:

C/F D#/Bb F/C C/F
E-3--|--6--|--8--|--3--|
B-3--|--6--|--8--|--3--|
G-5--|--8--|--10-|--5--|
D-5--|--8--|--10-|--5--|
A-3--|--6--|--8--|--3--|
D-3--|--6--|--8--|--3--|

-------------------------------------
C/F
SUNDAY COMES AND SUNDAY GOES

SUNDAY ALWAYS SEEMS TO MOVE SO SLOW
D#/Bb C/F
TO ME - HERE SHE COMES AGAIN

A PERFECT ENDING TO A PERFECT DAY

A PERFECT ENDING WHAT CAN I SAY
D#/Bb C/F
TO YOU - LONELY SUNDAY FRIEND
D#/Bb C/F C/F
WITH YOU - SUNDAY NEVER ENDS



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martes, agosto 17, 2004


LOS EX- SON COMO ESTOS FANTASMAS, BORROSOS, LEJANOS, TRISTES, YA NO EXISTEN. MIENTRAS ESTABAN CONMIGO ELLOS ESTABAN VIVOS. YA NO.

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Los EX- parte II 

Continúo con el anterior post sobre EX NOVIOS y afines.

5) MARTIN: Primer novio. Duramos juntos 2 años y 8 meses. En ese interín le fui infiel dos veces (no está tan mal después de todo) El problema con este chico es que lo agarré un invierno para darme calor y después no pude deshacerme de él como hubiera querido. Fue un chico-frazada. El sexo era todo en esa relación, una relación llena de ternura y melancolía. Extraña combinación. Nos decíamos todas esas cosas que se dicen los noviecitos "BeBé" "Bebota". Y bueno, fue una etapa. El problema es que no teníamos conexión mental. Era más que nada un pegote del que no podía desprenderme. Ya al primer mes le dije "Ya está, tenemos que separarnos" Pero él no quería. Al siguiente mes se lo volví a repetir. Pero no quería. Y así cada mes intentaba separarme de él sin lograr nada. Lloraba y pensaba que si me separaba de él nunca más encontraría otro al que amara tanto. Era costumbre, necesidad, comodidad por mi parte. Mi madre se quejaba de que no hablaba. Después se acostumbró a que me gustaban los chicos que no hablaban. Me aburrí mucho aquellos años. Pero de todos modos menos que si hubiera estado sola. No le recomiendo a nadie una relación así. Creo que fue un tanto masoquista de mi parte. Iba a reuniones con amigos de él y éramos tan distintos que daba miedo. Todos estudiantes de economía o derecho. Las chicas hablaban de cómo cocinar tortas, los chicos hablaban de boludeces, ni me acuerdo. Boring. Lo más divertido era cuando visitábamos a la hermana de él, que era profesora de gimnasia y tenía buena onda. El tocaba la armónica. Tomamos clases de guitarra juntos. Me quería. Pero un día agarré fuerzas y lo dejé. Fue una gran victoria. Más que una relación fue una adicción.

Datos: escorpiano, medio rubión, flaquito, ojos color miel. Iba al liceo y trabajaba en una casa de electrónica. Perro en el horóscopo chino, me llevaba un año.

6)GABRIEL: Lo conocí en Humanidades. En aquellas reuniones interminables se hablaba de Faulker, Onetti y el gremio. Un día fuimos al Lobizón y me acompañó a la parada. Nos sentamos en el frío escalón y puso su cabeza sobre mi regazo. "Me encantaría vivir contigo" dijo. Había mucho feeling. El sí tenía un poco de cerebro. Pero después descubrí que su cerebro era demasiado establismet. Su madre era cosmetóloga, así que se dedicaba a analizar mi piel "Tenés espinillas ¿no?" Había dejado con la novia, pero tenía un rollo de lo más complicado. Salimos quince días, que fueron muy felices para mí que estaba tratando de salir del pantano de la relación con el chico pegote. Todo era diferente a lo anterior, opuesto. Salíamos. Una noche fuimos a ver "Manos de tijera", a él le gustaba el cine, a mí también. Esa fue nuestra mayor conexión: hablábamos de W. Allen, de los Cohen. También amaba la música. Me hizo escuchar el disco "La la la" de Spinetta y Páez, también Leonard Cohen. Estábamos muy encantados el uno con el otro. Pero era todo a un nivel muy erótico. A nivel sexual, nada funcionaba. Me pareció que no nos combinábamos bien. Igual lo intentamos de nuevo. Pero no. Lo nuestro era otra cosa, cierta admiración, cierta transición en la vida de cada uno. Estaba muy zarpado con el tema de la novia que había dejado. Me hablaba de ella (mal gusto de su parte) Yo me di cuenta de que ese chico estaba alterado. No quería estar ni dejar de estar. Así que un día lo llamé por teléfono y lo cité en un bar para estudiantes. Café con leche mediante se lo dije: "Mirá, estuve con otro" "Y yo volví con mi novia" dijo él. Ta, quedamos a mano entonces. Y así se terminó la historia. Lo veo de vez en cuando, por razones comerciales (atiende un negocio al que voy de vez en cuando, ahora está todo bien)

DATOS: leonino, pelo castaño con rulos, un año menos que yo, ni muy alto ni muy bajo. Creo que está por terminar la carrera de Historia y trabaja cerca de mi trabajo en algo parecido.

7)DANIEL: Lo conocí en un curso de periodismo. Un día me tocó la oreja, sin motivo, mientras hablábamos. Era muy cazador. Hacía esas cositas. Me molestó. Una vez nos fuimos de campamento y terminamos en la carpa, intentando no se qué. Había mucha calentura, pero no se concretaba el sexo. Yo no quería. El escribía poesía, era fanático del fútbol y del comic. Teníamos afinidad. Hacia fin de curso se dio una fiesta y luego de esa fiesta nos fuimos a mi casa. Ahí pudimos canalizar todos los asuntos pendientes. Funcionó bien. Era como un animal. Su filosofía era no pensar. Estuvo bien pero fue como sin alma. Entonces decidí que no quería. Estuvimos una vez más. El me invitó a estudiar a su casa y le dije que no. Al cine tampoco. Después hicimos una nota juntos. Quedamos como amigos. Siempre caía por casa de noche, y compartíamos temas de poesía, literatura, le interesaban las culturas primitivas. También era fanático de la música. Un día tuve que borrarlo por motivos superiores a mí. Cuando conocí a Manuel, del que pronto hablaré, Manuel se quejaba de que este amigo se quedaba en mi casa más de la cuenta, le molestaba profundamente. Tuve que llamarlo a Daniel un día a su casa y decirle que ta, que no quería ser más su amiga. Lloré por hacer eso. No me arrepiento, porque aquella relación no iba para ningún lado, y además mi amigo estaba celoso de Manuel. Pero bueno, nunca hay que dejar a los amigos a no ser que sean destructivos. No se si era el caso. Nunca más lo vi.

DATOS: Taurino, morocho, pelo enrulado, petiso, complexión gruesa. Tenía mi edad, vivía en una cooperativa. Le interesaba ser periodista y creo que andaba en eso.

8)MANUEL: Estuve cinco años con él. Mi primer amor, se podría decir así, completo. Creí que había sido tocada por los dioses cuando una amiga me dijo que, por fin, me iba a presentar a su mejor amigo Manuel. Yo me había enamorado de él leyendo una revista subte que sacaba. En esa revista hablaba de la depresión de los escritores. Le gustaba Borges, Cortázar, Updike, Bioy Casares, Carver, Bukowski, leía todo lo que caía en sus manos y de hecho hicimos un camino juntos en la literatura. Y de música sabía mucho, le gustaba mucho Jesus & Mary Chain, Nick Cave, Ramones, Estómagos, Traidores, esa onda. Estudiaba ingeniería. La primera cita fue ir al cine. El llegó con su campera de cuero negra y con una petaquita de ron adentro del bolsillo. Simpático. Era un chico de suburbio, tímido y violento. Eso me encantaba. Ibamos a Juntacadáveres, al Licnobio, a Amarillo, fue una relación de muchos bares. Tomábamos mucho. Soñábamos mucho. Nos queríamos.
Tenía muchos perros en su casa, vivía con sus padres y su hermano. Conocerla fue fantástico. Desde el primer día quise vivir con él. Pero no era su plan. El quería seguir donde estaba. No lo culpo. Su madre era una buena cocinera y lo trataba muy bien. Era el preferido. No se quería ir y no se fue, ese fue el motivo, cinco años después, de que yo lo dejara. Además de que él se sentía atraído por muchas chicas, yo lo notaba, se hacía amigo de mis amigas y después intentaba seducirlas. El dirá que no, pero yo lo conozco, Matador, te están buscando...Yo era muy celosa. Y posesiva. Y quería que toda su atención estuviera dirigida a mí. Al igual que yo, Manuel escribía. Y lo hacía muy bien. Me da lástima que nunca haya publicado nada. Fue una relación muy poética. El me enseñó el valor del silencio, de la lluvia, de la soledad. Era así. Por ejemplo, si me veía aburrida, me decía que era porque no estaba leyendo ningún libro bueno. Tuvimos muchos proyectos juntos. Vacaciones. Fotos. Viajes. Fue una relación muy productiva. Tengo buenos recuerdos, aunque sufrí mucho también. Lo dejé porque estaba harta de que él no se moviera de su casa. No quería volar del nido. Yo sí. Se me ocurrió que si no me acompañaba yo lo dejaría. Se lo advertí. Había más problemas. Durante mi época de estudios había conocido a un chico con el que intercambiábamos mucha música y con el que hubo onda aunque nunca pasó nada. Un chico grunge de Malvín. Iba a clase fumado. Tenía sentido del humor, jugaba al básquetball. Bueno, eso interfirió bastante. Manuel no soportó y por un tiempo estuvimos peleados. Las heridas eran profundas. Discutíamos mucho al final, ya no valía la pena. La transacción ya no rendía. Yo había cambiado mucho, él seguía igual. Y se había puesto resentido. O siempre había sido así. Tenía carácter fuerte, dominante, y yo también. Dos por tres me echaba de la casa. Y yo lo seguía como un perro. Estaba mal a lo último. Llegué a leer ese libro espantoso, "Mujeres que aman demasiado". Necesitaba alguien que me aceptara como yo era, no alguien que me criticara. Aunque debo reconocer que me nutrió mucho la relación, en todos los niveles. Fue como mi primer matrimonio. La separación fue dura. Demoré dos o tres años en olvidarlo. Se quedó con algunos libros míos. Pero ya no importa. Después de la pelea, años después, volví a verlo. Me aparecí en su trabajo y le dije que me llamara. Me llamó y le dije que lo extrañaba, que lo necesitaba, que quería volver. Le hablaba ya a un fantasma de la relación. Solo quedaba una gran estima mutua pero los celos seguían presentes de ambos lados. Tormentosa relación. Muchas heridas. Alguna vez me lo encontré en Milenio pero no me animé a saludarlo. Sabía que el era yo y yo era él, una situación algo confusa para mi sistema nervioso-emocional. Tenía miedo de enfrentarlo, no tenía ni tengo defensas para él.
El era too much. Ya no me gustaba él, aunque siempre le tendré cariño. Fue una relación muy profunda de la que aprendí mucho y por la cual estoy agradecida.

DATOS: virginiano, de rulos, morocho, ojos verdes, ni flaco ni alto. Debe estar por cumplir treinta y tres ahora en setiembre. Creo que terminó ingeniería y también Bibliotecología. Trabaja de su profesión. Ojalá algún día publique lo que escribía, era bueno el material.

Hasta aquí mi reporte de EX-novios y afines. Después vendrán ex-amigas y ex-amigos, un par por lo menos.

Y ustedes si leen esto, cuéntense algo o manden saludos, así me entero de que hay alguien ahí.

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lunes, agosto 16, 2004

Los EX 

Este item había quedado pendiente. Hoy lo voy a desarrollar. Trata sobre los ex-amigos, ex-novios, ex-compañeros de clase.
Empiezo como Nick Hornby, en su novela "Alta Fidelidad"(High Fidelity, Ed. B, 1995)

MIS CINCO RUPTURAS AMOROSAS MÁS MEMORABLES, LAS QUE ME LLEVARÍA A UNA ISLA DESIERTA, POR ORDEN CRONOLÓGICO:

1) Julián
2) Alejandro
3) José
4) Leonardo
5) Martín

Yo voy a agregar más, no quiero dejar a nadie afuera:

6) Gabriel
7) Daniel
8) Manuel

1)JULIAN: Me había pedido arreglo mientras bailábamos "Llena tu cabeza de rock '85", yo le dije que sí. Aquella vez me dio algunos besitos en el cuello, pero nunca llegamos a darnos un beso en la boca. Al otro día yo decidí que la relación debía terminar. Me gustaba tanto que no me animaba a cargar con el compromiso de ser su novia. La timidez me mató. Siempre me gustó, toda mi adolescencia. Cuando finalmente tuvo novia me morí de los celos. Yo gustaba de él platónicamente. Creo que él de mí también, un poco. Sus novias siempre le preguntaban porqué hablaba tanto conmigo. De grandecitos se quedó a dormir una noche en mi cuarto, y como si tal se sacó los pantalones y quedó en calzoncillos. Yo recorrí sus piernas con mis ojos como atontada. Me dijo "Buenas noches", solo eso, y se tapó con una sábana. Esa noche no dormí tranquila. Mi idea de amistad entre hombre y mujer nunca había llegado tan lejos, hasta Julián, claro. Cuando tenía 17 yo estaba enamorada de él, creo que él sabía pero yo pensaba que él no gustaba de mí, al menos eso era lo que me decía "El Flaco", su mejor amigo cada vez que le hacía mis confesiones. Se dio que tomamos mucha cerveza en un boliche que se llamaba "HUI NALU" (intentaba tener una onda surfista, en aquella época ellos hacían surf y yo escuchaba a los Beach Boys, todos usaban camisas hawaianas) Terminamos él, yo y unos cinco chicos más tirados en una playa de Punta del Este, durmiendo antes del amanecer. El se acostó al lado mío y me pasó un brazo por la cintura. Uno para un lado y el otro para el otro, de frente. Los demás estaban desparramados como peces sobre la arena. Pero más lejos. Estábamos, repito, muy en pedo. Atrás mío también había un par de chicos, más lejos. Era de mis primeras experiencias alcohólicas, así que no distinguía mucho si el alcohol me podía enloquecer o hacer alucinar. Lo que sentí fue un manazo en el orto, así, profundo, como una caricia. Abrí los ojos y vi que Julián dormía. Miré para atrás y todos dormían. Durante años pensé que había sido una alucinación. Años después, en un bar, ajustamos cuentas con mi amigo y me confesó que le daba vergüenza y que esperaba que no me enojara con él: "Fui yo" dijo todo compungido. No me molestó. Solo pensé "Idiota, porqué no me lo dijiste antes" Habría sido muy bueno para mi autoestima.
Actualmente somos los mejores amigos. Cada tanto nos vemos, nos queremos mucho, nunca más tuve deseos de estar con él. Todo quedó como en sus orígenes, volvimos a ser amigos. Es típico que nos veamos cuando él está de vacaciones o cuando se peleó con su novia de turno. Esta relación es muy importante para mí y agradezco al destino que me haya puesto a Julián en el camino, porque es un buen amigo, siempre está cuando lo necesito, es un regalo del cielo.
Datos: escorpiano, morocho, flaco, 33 años, vive en Maldonado, trabaja en un complejo turístico.

2) ALEJANDRO: El merece estar en la lista porque fue el primero a quien le di mi primer y exitoso beso de lengua. Había practicado con uno antes pero no me había salido. Hasta que una amiga me avivó y me dijo "Tenés que dejar que te meta la lengua" "¡¿Qué?!" Dije yo. Pero después de unos meses entendí que si así era el juego, había que jugarlo bien. Yo no tenía demasiada instrucción. Así que con las reglas bien aprendidas fui a un baile en San Carlos, sabía que él iría. Ya me arrastraba el ala, y yo a él. Me invitó a bailar. Fui muy feliz en ese momento. Sabía que si llegaban las lentas iba a pintar el beso de lengua. Y así fue. El momento llegó y salí de mi prisión de catorce años. Pude levitar del piso al menos unos centímetros. Creo que pasaban alguna lenta de The Boss en ese momento. Salimos como tres meses. Un día estábamos apretando en la puerta del edificio al volver de un baile. La cosa estaba quenti, a él se le iba la mano desde mi cintura hacia la cadera y sentí que me acaricaba la nalga derecha. Una pánfila como era en ese entonces, no estaba preparada yo para esto. Algún mensaje negativo me pasó por la cabeza, el pecado estaba cerca, pero yo no estaba preparada. Hice cortocircuito. Yo vivía en Montevideo y él en Maldonado. Un fin de semana fui un poco confundida, se me ocurrió que ya no quería estar con él. Justó él venía de un cumpleaños de quince. Lo vi vestido de traje y con una corbata de viejo. Era un poco ancha para mi gusto. Yo le había prestado una cadenita con una cruz que usaba imitando a mi diosa de ese entonces, Madonna. Le dije que no quería estar más con él, y que me devolviera la cruz. El puteó y dijo que no entendía. Sentí que me quería ahorcar con la cadena. Cuando por fin me fue a dar la cadenita, ésta justo quedó enganchada a un botón de mi saco. No nos podíamos separar. Fue una situación ridícula, triste, embarazosa. Pero no me arrepiento. Lo seguí viendo en algunas reuniones. En un baile me lo volví a encontrar. En esa época yo iba a los bailes a mirar al disjockey de melena blonda, pasaba New Order y Talking Heads. Yo bailaba sola mientras mis amigas conseguían planes por ahí. Un día Alejandro apareció. Me invitó a bailar. A la segunda canción me invitó a la barra. En el camino me agarró la mano como si fuéramos novios otra vez. Me tocaba la mano. Duró un minuto, pero aún recuerdo ese momento como muy intenso. El me quería igual, yo también. Era eso. Me preguntó si quería un trago pero no acepté. Le dije que quería seguir bailando. Y seguimos. No pasó nada. Nunca más lo vi ni supe de él.
Datos: virginiano, tendría 16, ahora tendrá 33. Castaño, complexión más bien ancha, ni alto ni bajo, tenía lindos ojos, lindo cerquillo, linda sonrisa, lindas manos, como cuadradas. Se que un tiempo después de nuestra relación él estudió ayudante de arquitecto y no sé nada más de su vida.

3) JOSE: Una amiga había hecho una reunión en un apartamento de Punta del Este, había preparado abundante caipirinha. Ahí conocí a José. No me parecía muy lindo. Pero tenía una moto. Sí, una moto grande. Nunca fui gomera ni me interesaron los transportes, pero lo de la moto me dio curiosidad y me fijé en él más o menos por inercia y aburrimento. Yo usaba un buzo de lana con la cara del gato Silvestre ocupando toda la delantera (lo había comprado en Freaks, una boutique que existía hace años) El usaba una camisa con flores bien chiquitas. La cuestión es que pintó. El romance duró un par de meses. Al igual que el anterior caso, solo nos veíamos los fines de semana. Lo más divertido era pasear en la moto, ir a la playa, ir a cualquier lado. Me encantaba la sensación de abrazarme a él. Me corría adrenalina por la espalda y las lágrimas caían de mis ojos por la intensidad del viento. El tema es que no teníamos tema. Y además su performance al besar no me convencía. Era como que seguía todo lo que yo hacía. Si yo le daba un beso en el cuello él me imitaba, y entonces yo lo imitaba a él y así se convirtió en una relación de lo más sosa y desabrida. Le dije que mejor quedáramos como amigos. Ni se calentó. El era así, sufrido, abnegado para todo. Parecido a Clint Eastwood, pero más feo. Simplemente lo aceptó, sin preguntar porqué. Recuerdo que para practicar un poco de romanticismo yo le había dicho que siempre que fueran las nueve de la noche pensara en mí y mirara el cielo, que yo estaría haciendo lo mismo. Era mi primer romanticismo inventado, tenía quince años y estaba para la novelería. Nunca más lo vi.
Datos: Tenía dos años más que yo en aquél entonces, era pisciano, rubio, ojos castaños, chiquitos. Flaco y bien alto. Trabajaba con el padre, no me acuerdo en qué.

4) Leonardo: Lo conocí en uno de los bailes de el Náutico de Punta Gorda. Entre un regae Peter Tosh y otro de Bob Marley me habrá fichado. Yo iba siempre con cuatro amigas. Me invitó a bailar las lentas. Apretamos. Le dije mi teléfono en la parte de arriba del Náutico, tuvo que memorizarlo, no teníamos otro recurso, lapicera, nada. Increíblemente me llamó. A la semana ya era mi novio. Yo tenía dieciséis, él diecisiete. Salíamos siempre los sábados. Me parecía un buen pibe. Le gustaba la música, le gustaba bailar, se vestía bien. Se comportaba muy caballerosamente conmigo, siempre me pasaba a buscar por casa y tomábamos el 140 para ir al Náutico. Un día se le ocurrió alterar la rutina y salimos puertas afuera del Náutico para apretar. Estábamos juntos contra la pared del patio del Náutico abarazados cuando me dijo al oído las dos palabras malditas: "Te quiero". Enseguida paré las antenas. Tampoco nos conocíamos tanto como para eso. Pero fue el primero en decirme esa hermosa frase "TE QUIERO" Y por esa misma razón se ganó mi desagrado. No puedo explicar porqué, pero creo que le tenía miedo al amor, o a lo que el amor pudiera traer. A él lo borré de la peor manera. Fui ruin. Es que no podía enfrentar la situación, había quedado shokeada. Decidí, después de tres meses, cortar la relación de forma telefónica. Me escribí un guioncito de dos o tres páginas, disqué los números y cuando el dijo hola yo le empecé a leer mis páginas de despedida. En esas páginas estaban todas las razones. Pero tenía que sonar bien natural. Si él me hacía alguna pregunta yo volvía a leer alguna frase de las que tenía, y él trataba de entender. Pero creo que nunca debe haber entendido un corno.

Datos: librano, morocho, pelo corto. Lindo. Ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco. Trabajaba en una tienda de ropa, de ahí su gusto por la ropa, supongo.

****Hasta aquí la lista de los chicos de la adolescencia, las relaciones más palomas. Después vendrán los otros. Algunos fueron novios de años. Otros, aventurillas. No son todos los que están ni están todos los que son. Dije que era un resumen.
Continuará...

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domingo, agosto 08, 2004

COCTAIL DETONANTE 

Si con estas lluvias has pasado mucho tiempo encerrado sin diversión, si es tu cumpleaños y no sabes con qué cosa nueva recibir a las visitas, si tu vida está demasiado tranquila y necesitas alguna emoción, algún romance, o, simplemente, hacer un poco de lío, es hora de que prepares este COCTAIL DETONANTE. La receta me la dio una auténtica bruja en estos menesteres, algo así como la Blanca Cotta uruguaya. Con este COCTAIL todos se sacarán sus máscaras. Como en un cuento de hadas todo sucederá mágicamente: los que nunca bailaron bailarán, los que nunca se confesaron se confesarán, los que nunca gritaron lo harán, los que nunca se divirtieron se divertirán, los que nunca se amaron se amarán, los que nunca se aceptaron se aceptarán.

Asegurado! Pruébalo, pero después no digas que no te avisé que este cóctel molotov es para detonar!!!

hagan click sobre esta imagen



COCTAIL DETONANTE (o cóctel de las brujas)

Opción A:

Alcohol Frutitas


Vino (rosado + tinto)

Picaditas chiquititas - manzanas
-ananá y durazno
+ (natural o en almíbar)

Whisky
+
+ Licuadas - banana (que se licuarían
con las bebidas para q´no se
Algún licor dulce y rico (opcional) forme una pasta)

+

Sidra


Opción B:

1)Pelar manzanas, duraznos, pelones y ciruelas (éstos últimos no se pelan)
2)Hervir con azúcar hasta que se queden tiernitas
3)Licuar con el agua en la que fueron hervidas

Agregar a esta mezcla el alcohol deseado. Puede ser:

Vino + Sidra o Vino +Whisky o Sidra o Licor


***Dedico este post a Benito y otros bloggeros que siguen por la senda de Baco felices y contentos.

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PROSPERIDAD 





Como dice cabeza...
"a la hora de ponerle precio a un trabajo, no debería importar el tiempo que tarde en realizar el mismo, sino el producto..." Estoy de acuerdo con esta afirmación. Siempre hubo artistas que fijaron un precio elevado para sus obras: Dalí, Warhol, Picasso. No me parece ni bueno ni malo. Es un derecho que tiene cualquier persona de estimar su obra en el precio que le parezca. Si lo veo del lado del artista está bien, porque siempre me ha parecido lamentable algunos casos como el de Van Gogh que padeció la miseria por no tener la habilidad para procurarse algunos recursos materiales.

Me interesa el tema de la prosperidad. Hay muchas teorías al respecto. Está Marx y su teoría de la lucha de clases, su concepción de cómo los ricos se hacen ricos, la plusvalía, la posesión de las propiedades y los medios de producción por parte de una minoría que domina a la mayoría, etc; Louis Hay dice que el poder de la mente es todo y que hay abundancia disponible para nosotros en el mundo, sólo tenemos que limpiar el canal que somos nosotros y nuestras creeencias limitantes; está Chopra que trata de conciliar mente cuerpo y alma y habla de que encontrar el propósito en la vida abre los caminos de nuestra prosperidad, la ley del dar y el recibir; está la tradicional teoría del ahorro, del no gastar, el codismo. Están los avivados. De esos hay muchos. Están los honrados, de esos hay pocos pero hay. Están los pobres que ni siquiera tienen tiempo para pensar en esto porque lo que necesitan es comida de forma urgente y placer de forma urgente para compensar su marginación. Si alguien leyó "Desayuno en Tiffany´s" podrá reconocer en Holly Golighty a una chica ambiciosa que solo se calma saliendo a mirar las vidrieras de la gran tienda o tocando sus canciones, porque también es música. Conocí a una persona que tenía un gran recipiente lleno de monedas, supongo que era un fetiche. Yo tengo algunos fetiches. Dice la tradición del feng shui que los peces son buenos a la hora de atraer prosperidad, dinero, fortuna, suerte. Yo tengo un par de cuadros con peces.




También creo en el color rojo. En fin, no voy a seguir demasiado con esto. Cito a Chopra, de su libro "El camino de la abundancia", en el que se explaya sobre temas teniendo en cuenta una especie de abecedario:

""I" representa Intento o intención, y nos remite a sus poderes insoslayables. Significa adoptar una decisión inquebrantable, de la que no es posible retroceder. Simboliza la unidad de propósito. Es un objetivo definido, al que no se oponen deseos o intereses que entren en conflicto con él.
para adquirir riqueza, y, a decir verdad, para adquirir cualquier cosa en el universo de lo físico, hay que intentarlo, decidirse a procurarlo. La decisión es inmutable, con un propósito fijo, y nada habrá de contradecirla. El universo se hace cargo de los detalles, organiza y orquesta las oportunidades. Uno solo se limitará a estar alerta a esas oportunidades"

""J" representa el hecho de que no es necesario juzgar. Cuando nos regodeamos en el impulso de clasificar todo en bueno o malo, en correcto o equivocado, en nuestra conciencia se hace el silencio. Si nos deshacemos del peso del juicio, el diálogo interior comienza a acallarse, y en consecuencia resulta más fácil acceder a la brecha. Por tanto, es importante apartarse de definiciones, etiquetas, descripciones, interpretaciones, evaluaciones, análisis y juicios, pues todo ello genera turbulencia en nuestro diálogo interior"

""N" representa decirle no a la negatividad. Decirle no a la negatividad incluye no acercarse a personas negativas, pues esa es la clase de gente que mina nuestras energías. Rodéate de amor y de positividad, y no permitas que se genere negatividad en el ambiente en que te desenvuelves"
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lunes, agosto 02, 2004

AURA 




"Recientemente, una empresa se mostró interesada en comprar mi "aura". No querían mis productos. Insistían: "Queremos su aura". Nunca pude saber qué querían. Pero estaban dispuestos a pagar tanto por mi eso, debía procurar de qué iba el asunto.
Creo que el "aura" es algo que únicamente pueden percibir los demás y sólo ven aquello que quieren ver. Todo está en los ojos de los demás. Sólo puedes ver un aura en gente que no conoces muy bien o que no conoces en absoluto. La otra noche cenaba con todos en el taller. Los chicos del taller me tratan fatal, porque me conocen y me ven cada día. Pero resulta que estaba allí un tipo simpático que alguien había traído y que no me conocía, ¡y el chico apenas podía creer que estaba cenando conmigo! Todos me veían a mí, pero él veía mi aura.
Cuando ves a alguien por la calle, puede que tenga un aura. Pero, cuando abre la boca, desaparece el aura. El "aura" debe existir hasta que abres la boca.
Pero ser famoso no es tan importante. Si yo no lo fuera, no me habrían pegado un tiro por ser Andy Warhol. Quizá me habrían pegado un tiro en el ejército. O quizás habría sido un obeso maestro de escuela. ¿Cómo puede saberse?"

"Mi filosofía de A a B y de B a A" Andy Warhol

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domingo, agosto 01, 2004

¿Y QUE? 

"Se por experiencia que prefiero el espacio de la ciudad al espacio del campo. Me encanta la idea de estar en el campo, pero cuando estoy allí, recuerdo que:

Me encanta caminar pero no puedo
Me encanta nadar pero no puedo
Me encanta sentarme al sol pero no puedo
Me encanta oler las flores pero no puedo
Me encanta jugar al tenis pero no puedo
Me encanta el esquí acuático pero no puedo

La lista podría ser más larga, pero esa es la idea, y la razón por la que "no puedo" es simplemente la de que no tengo el tipo. No puedes hacer cosas para las que no tienes el tipo. Puedes decir cosas para las que no tienes el tipo, pero no puedes hacer cosas para las que no tienes el tipo. Es una mala idea.
(A propósito, a menudo la gente intenta convencerte de que hagas algo diciéndote que no importa si no tienes el tipo, o que podrías tener el tipo si lo desearas, pero no cedas ni intentes hacer algo para lo cual no tienes el tipo, porque solo tú sabes qué tipo tienes, nadie más.)
Soy un chico de ciudad. En las grandes ciudades han organizado las cosas de tal modo que puedes ir a un parque y encontrarte con un campo en miniatura, pero en el campo no tienen pedazos de ciudad, de modo que añoro mucho la ciudad.
Otra razón por la que me gusta más la ciudad que el campo es que en la ciudad todo está pensado para el trabajo, y en el campo todo está pensado para el descanso. Me gusta más trabajar que descansar. En la ciudad, hasta los árboles de los parques trabajan mucho porque es abrumadora la cantidad de gente para la que tienen que fabricar oxígeno y clorofila."





"Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad tienes que cambiarlas tú mismo.
A veces la gente deja que el mismo problema le abrume durante años cuando bastaría con decir: "¿Y qué?".
Es una de mis frases favoritas "¿Y qué?".
"Mi mamá no me quería." "¿Y qué?"
"Mi marido no folla conmigo.""¿Y qué?"
"Soy todo un éxito pero vivo solo." "¿Y qué?"
No sé cómo me las arreglé durante tantos años antes de aprender ese truco. Tardé mucho en aprenderlo, pero una vez que te das cuenta, jamás lo olvidas(...) Una persona puede reír o llorar. Siempre que lloras podrías estar riendo, tienes la posibilidad. Los locos saben mejor que nadie cómo hacerlo porque tienen la mente suelta. Por lo tanto, puedes recurrir a la flexibilidad de que es capaz tu cabeza y emplearla a tu favor. Decides lo que quieres hacer y cómo quieres pasar tu tiempo."




"Mi filosofía de A a B y de B a A" Andy Warhol

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