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domingo, agosto 21, 2005

EL QUE ESTE LIBRE DE PECADO QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA 

Una amiga me hizo este comentario: "Ah, esa...¡es una frustradita!" Se refería a una chica, compañera de trabajo suya, de quien pensaba que era un caso perdido. "Fijáte, el tipo la invitó a salir, salen, se le da la oportunidad y ella no hace nada, se boicotea. Ya se arruinó la vida, se clavó con dos hijas, tan joven, encima no hace nada por su vida. Es una desgraciada, una pobre tipa."
No pude dejar de intervenir, aún sabiendo que la persona de quien hablaba no es para nada una buena ficha. Igual se lo dije "¿A qué le llamás frustrada? ¿Vos no sos una frustrada? Todos tenemos alguna frustración, en algún área, y se van modificando con el tiempo. Todos nos vamos a morir, así que nuestro tránsito en la tierra va a estar cargado de este tipo de problemas, de estas frustraciones. Yo veo que somos todos iguales"
Cuando logré expresar mi punto de vista ante ella sentí que me sacaban un tapón de adentro y dejaba de fingir cuánto me molesta que se juzgue a las personas. Yo no tengo esa capacidad de dar a alguien por perdido así, tan fácil. Como tampoco puedo decir lo que es una buena ni una mala persona. Puedo decir que no la soporto, eso sí. Pero siempre va a ser algo personal. Así lo veo yo.
"Si te parece tan frustrada no se por qué hablás con ella" le dije. Por más que tuviera una relación laboral no tenía porqué tratar con ella temas tan profundos como sus relaciones amorosas. Eso pensé. Otras veces le cuenta cosas como para que la mina se salga de sí. Ante la clásica pregunta de su compañera "¿qué hiciste el fin de semana?" esta amiga le responde "Fui a la feria, con mi novio" "¿Y? ¿qué compraste?" "Nada" "¿No compraste nada?" pregunta la "frustradita" "¡Ah, qué aburrido!". Mi amiga dice que esta chica además de "corta" es una consumista. Puede ser, pero igual, "¿Para qué le contás?" pregunto. "Porque ta, me encanta cómo se pone esa gente." No entiendo. Pero ta.
Conozco bien la historia de cada una. Una (la que opina) está por obtener un título universitario y vive con su novio -un universitario que trabaja en lo que estudió, un chico que le cae bien a sus padres y que está en una buena posición económica. Aparentemente son felices, y están tratando de progresar económicamente y profesionalmente. La otra (la acusada) no terminó el liceo, lee libros sobre María Magdalena y sobre los evangelios apócrifos. Creo que siente que la sociedad la condena por haber vivido fuera de los marcos establecidos: en su adolescencia se drogaba mucho, un día se enamoró, se casó, se fue a vivir con su hombre, éste se emborrachaba, lo llevaban preso bastante seguido por peleas y esos líos, tuvieron dos hijos, se construyeron una casa. Después de cuatro años se separaron. Eso fue cuando ella era una adolescente. Ambas rondan los treinta.
Diariamente se da que al hablar de tal o cual persona se la juzga, para bien o para mal. Lo mismo pasa con las obras de arte. Casi no puedo hacerlo. O tal vez no me doy cuenta y lo hago. Pero creo que no. Creo siempre que todas las personas merecen piedad, por más espantosa que sea mi opinión de la misma. Yo siempre encuentro algo bueno, algo salvable. Tengo la idea de que todos los seres humanos venimos a la vida con las mismas posibilidades, estamos hechos del mismo "material", no debemos ser tan diferentes. No soy budista, pero la compasión es algo que tengo hacia todo ser vivo. Y creo que es bueno mantener el respeto hacia las diferentes expresiones o ante las limitaciones de los demás. Se muy bien que muchas personas construyen su reputación tirando abajo la de otros. No funciono así, nunca me salió. Tratar de comprender es lo primero que me sale, incluso aunque no me favorezca. Aunque esto último es imposible, sobre todo porque creo que comprender es una virtud que siempre me favorece. Me mantiene en buen estado. Es un ideal de pureza al que aspiro. Está en mí, lo vivo. No juzgar se ha convertido casi en un precepto para mí. Considero que no sirve para nada y que es incorrecto. Supongo que tiene un poco de razón otra de mis amigas cuando dice que yo tengo algo de cristiana, que cada vez lo comprueba más, aunque ni siquiera fui bautizada ni leí la Biblia ni entiendo un corno de cristianismo. Puede que haya influído en mi educación una pareja, los padres de otra amiga, que eran ellos sí muy cristianos, aunque eran muy pobres ellos tenían mucha fe y además -lo más importante- tenían valores humanos.
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::::::::LIBRO RECOMENDADO DEL MES::::::::


Estaba releyendo "Las palmeras salvajes" (1939) de Faulkner y hay mucho de eso, de espiar al prójimo y compararse para sentirse satisfecho con la vida que se lleva "dentro de los parámetros".
La explicación de Faulker sobre la historia de "Las palmeras salvajes" es que "en un principio había un solo tema, la historia de Charlotte Rittenmeyer y Harry Wilbourne, que sacrificaron todo en aras del amor para luego perderlo. Solamente después de haber comenzado el libro comprendí que debía dividirse en dos relatos. Cuando concluí la primera parte de "Palmeras salvajes", advertí que algo faltaba porque la narración necesitaba énfasis, algo que le diera relieve, como en contrapunto en música. Entonces me puse a escribir "El viejo" con el que seguí hasta que se elevó el tono de nuevo. Abandoné el relato de "El viejo" en ese punto -lo que ahora es su primer capítulo- para volver sobre "Palmeras Salvajes". En cuanto percibía que volvía a decaer, me obligaba a mí mismo a alcanzar de nuevo el tono alto mediante un nuevo capítulo de su antítesis: la historia de un hombre que encuentra el amor y huye de él -una fuga que termina con el libro-, y que le lleva al extremo de volver voluntariamente a la cárcel en busca de la seguridad."
Dice Juan Benet en el prólogo de la edición de Edhasa traducida por Borges, en relación al contrapunto de historias: "la una, el desesperado y quimérico intento de una pareja libre en pos de una mayor -y más propia, más individual- libertad, la otra las vicisitudes de un hombre privado de su libertad y arrojado por una situación de una mayor y más intolerable opresión; en una, la pareja abjura de la sociedad para buscar su campo en la naturaleza, mientras que en la otra, ante el acoso de la naturaleza, el penado celebra ser devuelto a la sordidez del campo de reclusos; en términos de conducta la primera es la furiosa exaltación de lo que ha sido hallado por azar mientras la segunda es la crasa aceptación de lo que ha sido negado por ley (...) y sin embargo ambas historias no pueden ser más afines, enlazadas por su oposición para formar la balanza y por un sinnúmero de sugerencias por medio de las cuales Faulkner parece decir que, en una y en otra historia, la realidad deducida es la misma"

William Faulker presenta a uno de sus personajes, el que espía: "Así se doctoró, más cerca de los últimos de la clase que de los primeros, aunque no el último, y volvió a su casa y en el año se casó con la mujer que su padre le había elegido y en cuatro años fue suya la casa que su padre le había edificado y también la clientela que se había formado su padre, sin perder ni añadir un cliente, y en diez años no solo poseía la playa donde él y su esposa pasaban sus veranos sin hijos, sino también la propiedad vecina, que alquilaba a veraneantes o a bandas de personas que hacían pícnics o a pescadores. En la tarde de la boda, él y su mujer se fueron a Nueva Orleans y pasaron dos días en un cuarto de hotel, aunque nunca tuvieron luna de miel" Después de presentar al personaje y explicar que hace veintitrés años que el tipo está casado con su mujer, presenta a LA PAREJA, que hacía cuatro días habían alquilado la casita: "la mujer, de pelo negro, de duros y raros ojos amarillos en una cara de piel estirada sobre maxilares salientes y pesada mandíbula (el doctor al principio la juzgó chúcara, luego aterrada), joven, que se pasaba el día entero en un barato sillón de playa mirando el agua, con un suéter usado y un par de descoloridos pantalones de brin y zapatos de lona, sin leer, sin hacer nada, ,sentada ahí en esa inmovilidad completa que el doctor (o el doctor dentro de el Doctor) reconoció inmediatamente, sin necesidad de la corroboración de la piel tirante y de la inversa y vacua fijeza de los ojos aparentemente inútiles, como esa completa inmóvil abstracción de la que hasta el dolor y el terror están ausentes, en la que una criatura viviente parece escuchar y hasta vigilar alguno de sus propios órganos cansados, el corazón, digamos, el secreto e irreparable curso de la sangre; y el hombre, joven también, con un par de indecentes bombachas caqui y una camiseta sin mangas, sin sombrero en una región en que hasta los chicos pensaban que el sol de verano era fatal, caminando descalzo por la playa a la orilla del agua, volviendo con un haz de leña atado a la cintura, pasando delante de la mujer inmóvil en su sillón de playa, sin recibir de ella signo alguno, ni un movimiento de cabeza ni tal vez de los ojos.
Pero no es el corazón, se dijo el doctor. Lo decidió en aquel primer día, en que sin intención de espiar observó a la mujer a través del cerco de arbustos de adelfa que separaba los terrenos. Pero esa suposición de lo que no era, contenía la clave, la respuesta. Le pareció que veía la verdad, la indefinida nebulosa verdad, como si sólo estuviera separado de la verdad por un velo como estaba separado de la mujer viva por una cortina de hojas de adelfa."


Obra maestra de William Faulkner. Tenemos que agradecerle a Victoria Ocampo, por la difusión que hizo del maestro a través de las páginas de la revista SUR, y a Borges, que además la tradujo. Onetti consideró a Faulker casi como un Dios, al igual que algunos otros escritores latinoamericanos.

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Ustedes ¿juzgan a vuestro prójimo? ¿creen que está bien establecer la línea divisoria entre "frustrados" y "no frustrados", "enfermos" y "sanos", "buenos" y "malos"? ¿"normal" y "anormal"? ¿pueden hacerlo realmente?

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lunes, agosto 01, 2005

LA VENGANZA COMO MOTOR DEL EXITO 

A Willy Wonka su padre -el mejor dentista de la ciudad en que vivían- le prohibió comer un solo dulce en su vida. El niño Willy usaba por aquellos años un aparato de ortodoncia que sería hoy la envidia de Marilyn Manson, se había disfrazado de fantasma para Halloween, pidió caramelos y chocolates y llegó a su casa cargado. El padre tiró todo a la estufa. Pero un chocolatín escapó al fuego. Ese fue el que Willy Wonka recogió.




A partir de aquella prohibición, y muchos años después, Willy Wonka se convirtió en el Sr. Wonka, dueño de una gigante fábrica de chocolates y dulces.




Es una historia de venganza, de revancha, o como se llame. Una historia en la que alguien construye su imperio a partir de la oposición de un miembro de su familia.

Hay más historias: personas cuyas vidas son producto de que alguien les dijo "No hagas eso nunca más", no importa si la limitación venía de la familia, de la escuela, de la sociedad, de las leyes, etc.
También hay historias al revés, esas son las más comunes. Individuos que, estimulados por alguien que les dio el ejemplo o alguien que los apoyó salieron adelante. En "Soñar y contar" Kureishi reconoce que su padre era un escritor que estaba todo el tiempo escribiendo pero nunca logró la notoriedad. En este caso el hijo tomó la posta y le salió bien. También están los casos de auto-afirmación, como el de Victor Frankl, que escribió "El hombre en busca de sentido" después de haber vivido experiencias tremendas en campos de concentración, o en la ficción, tenemos a "Robinson Crusoe" el personaje de Daniel Dafoe que tuvo que hacerse todo solito cuando llegó a la isla. Bah, ahora que lo pienso también está el caso de los grupos, amigos que se conocen de la escuela, del barrio, el liceo o la universidad, y terminan haciendo un grupo de rock, como los Talking Heads y tantos otros (¿la mayoría?)




Pero no es de eso de lo que quiero escribir hoy. El tema de hoy es la venganza como motor del éxito. Aunque ya sé que es cuestionable que el éxito sea estar solo como W.Wonka aunque tenga el mundo a sus pies. Pero ustedes entienden a qué me refiero, y se me ocurrió el ejemplo del personaje de la peli de Tim Burton para ilustrar.
Ya sé que el personaje surgió de un libro de Roal Dahl llamado "Charlie y la fábrica de chocolate" y ya sé que se hizo una película antes que esta que también es muy linda, aunque no la vi.

Pero volviendo al tema. Yo misma he hecho cosas a partir de que ciertas personas me han impulsado con su buen o mal ejemplo, con juicios positivos o negativos hacia mi persona.
Pero me interesa muchísimo el tema de historias de éxito personal que tienen como cimiento o raíz la venganza.




¿Conocen alguna vida cuyo éxito se basó en la fuerza de una revancha?
Cuéntenme...

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