CHICA VUDU

Esta va a ser la portada:
Esta va a ser la contratapa:

'Lucy hace terapia desde hace años para averiguar qué es lo que anda mal en su vida. Le falta algo para ser feliz, eso es lo último que le ha adelantado su psicólogo antes de irse a la India. A los veintiocho ha dejado su vida seria atrás, así como sus estudios universitarios y el periodismo cultural. Se ha aburrido de las formalidades y ha entrado en una adolescencia tardía. Le ha dado por inscribirse en un taller literario, estudiar cerámica, bajo, tarot y astrología.
La crisis afectiva se agudiza y Lucy tendrá que arreglárselas por su cuenta. Recurrirá al consejo de sus amigos, exparejas, padres y profesores. Paradójicamente, un enfant terrible de dieciséis años será quien más ayuda le brinde.
“...hablo de eso con dos o tres amigas que no me entienden porque ellas creen que la cosa es fácil, tipo ¿qué querés con el pendejo? (...) Pero mis amigas me cortan en seco y me hablan del trabajo o de sus últimas salidas con personas adultas de lo más aburridas. En el mejor de los casos me muestran alguna ropa de diseño interesante o comentamos libros. Y yo me pongo triste. No sirve para nada explicar. Ellas no me entienden, creen que todo pasa por clavar y ser clavado en esta vida, nada de trascendencia, nada de eso”. (aclaración:esta parte la redacté yo)

"Con juvenil desenfado, Patricia Turnes elabora un texto despojado de prejuicios y rigideces literarias que le permite instalarse claramente en la senda que augura una cercana renovación de la literatura uruguaya." (aclaración: esta parte la agregó la editorial, eh!)


Bueno, ta, ya puse el huevo, lo empollé, y ahora verá la luz.
Estoy conforme, quedó lindo. La editorial y yo hicimos un buen trabajo.
La parte linda: el apoyo incondicional de mis amigos y conocidos.
La parte difícil: presentación, entrevistas, organizar las direcciones para las invitaciones, llevar una agenda, cumplir con los compromisos de todos los días, etc.
Y encima me metí a aprender guitarra con Alberto Wolf. La verdad que fue una ocurrencia increíble, en el momento justo. Todas las cosas que me están pasando son lindas en todos los planos. El desafío es hacer todo junto y bien. Estoy muy contenta con las clases del Wolf. Un maestro. Por lo menos tengo la ventaja de que vive a cinco cuadras de mi casa. Me está enseñando desde lo más básico. En este momento estoy con un tema de Dino buenísimo y re-triste que se llama "A veces". A él le sale precioso, a mí más bien feo. Pero ya me superaré. Después me mandó unos ejercicios para estirar la mano. Los hago. Me siento una aprendiz de geisha, ya que ellas tenían que saber de varias artes para cumplir bien con su tarea. Pero mi objetivo es componer, integrar la guitarra y más que nada la música a mi rutina cotidiana. Este es un deseo que tengo anotado en un papel que está pegado en la heladera desde el año pasado:"Aprender guitarra con Wolf". Al final lo estoy cumpliendo. La música, hasta ahora, era la asignatura pendiente más jodida que tenía. Mientras toco la guitarra en la mañana los pensamientos, los sueños, las imágenes de lo que sucede o sucederá van desfilando con una intensidad que sólo la soledad y el profundo estado meditativo permiten. Mientras toco pasa eso, como que escribo un diario sin hojas. También pasa que mi mente queda en blanco y soy una con el instrumento, que soy una con el Universo. Bueno, en resumen, que vale el sacrificio. Los fines de semana miro películas de Led Zeppelin o de Jimi Hendrix. Wolf me dice que hablo mucho. Que pobres los profesores que tuve antes. Tiene razón. Nunca aprendía nada porque no entendía que primero estaba la técnica y después la diversión. No aprendía porque no era el momento ni tampoco el maestro. Ahora sí, creo que lo hallé.
¡Necesito volver al Adsl para escribir en paz! Ya lo haré.
¡Saludos a todos!