domingo, diciembre 29, 2013
PARA EMPEZAR EL 2014 CON UN POCO DE HUMOR: MOLG H.
Vocación.
2013
Laziness. /// Pereza.
2013
Le gusta. /// She likes this.
2013.
La psicóloga honesta: razones para vivir. /// The honest psychologist: reasons to live.
2013.
Tiene una relación /// In a relationship (2013)
Este tipo es muy punk.
Pueden encontrar más en esta página http://www.molgh.com/ de Facebook: https://www.facebook.com/pages/Molg-H/346255445479686
Googleando un poco encontré esto escrito sobre él:
"Molg H. es un ilustrador y artista del cómic cuyo trabajo suele salir de lo que muchos consideran normal y aceptable. Sus obras suelen presentar situaciones cotidianas que terminan por convertirse en episodios bizarros llenos de sarcasmos y que provocan grima al más valiente de los lectores.
El humor negro desinhibido en las obras de Molg H es diferente, a veces equiparable al del Joan Cornellá, y en general todas sus creaciones suelen envolverse con un aura de rareza, tal y como lo muestra en su serie “UN CUERPO HUMANO“, un webcómic que sigue el mismo formato con un característico estilo en blanco y negro, que a veces evoca al estilo de los videojuegos de 8 bits de los 80s.
O cómo en Moowiloo Woomiloo, otro webcómic, en dónde junto a Néstor F. donde hace una sátira muy negra del particular mundo de los cómics, y dónde se implican y critican por igual a editores, autores, público, críticos y hasta los de la imprenta.
Con un humor tan negro a veces es difícil considerarlo como tal. Sin embargo, las situaciones presentadas, relacionadas entre sí o no, reflejan y maximizan al extremo lo peor del ser humano. Actitudes como la envidia, la codicia, la ruindad más absoluta, y sobre todo la falta de empatía caracterizan a cada unos personajes llenos de traumas y trastornos, capaces de lo peor con tal de conseguir sus metas."
http://marcianosmx.com/humor-negro-de-molg-h/
"Molg H es uno de los responsables de Moowiloo Woomiloo (Entrecomics Comics, 2012) y el 50% del tumblr O.M.F.G.F.A.C.E.P.A.L.M.S.L.U.R.P. Dibujante de hipnóticas ilustraciones y compositor de pegadizas y extrañas melodías. Poco más sabemos del hombre que se oculta tras el pseudónimo de Molg H, pero no nos atrevemos a indagar."
http://comics.imakinarium.net/notis/2013/12/131217_molgh_doctor/131217_molgh_doctor.htm
Parece que sacó este libro:
Se llama "Doctor, doctor", tiene 24 páginas. Los protagonistas son los pacientes, los diagnósticos, las enfermedades y una buena colección de operaciones imposibles. Se trata de una colección de historias ambientadas en quirófanos, consultas médicas y salas de espera, protagonizadas por el doctor que nadie querría tener como médico de cabecera.
El libro se puede conseguir aquí.
viernes, octubre 25, 2013
RECORDATORIO
"Mientras fregaba los platos intentando hacer el menor ruido posible, derramé muchas lágrimas.
No por tener que fregar tantos platos yo sola, por supuesto, sino porque me habían abandonado en una noche muy fría que me paralizaba."
Cuando todo fracase, me aferraré a mi ejemplar de "Kitchen" de Banana Yoshimoto.
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No por tener que fregar tantos platos yo sola, por supuesto, sino porque me habían abandonado en una noche muy fría que me paralizaba."
Cuando todo fracase, me aferraré a mi ejemplar de "Kitchen" de Banana Yoshimoto.
domingo, julio 14, 2013
Frases de Fernando Vallejo sobre maternidad y los animales
“La maternidad es egoísmo disfrazado de altruismo, lujuria enmascarada de virtud. No somos hijos del amor. Somos hijos de sucia lujuria fisiológica."
“La reproducción es fea, engorrosa, embarazosa, y le toma a la mujer nueve meses que bien podría aprovechar en componer una ópera –escribe–. No. Se va inflando, inflando, inflando, como un globo lleno de humo, pero que no es capaz de alzar el vuelo. Y ahí van estos adefesios grávidos retenidos por la gravedad, desplazándose sobre la faz de la Tierra como barriletes con dos patas. Embarriladas de satisfacción y poniendo cara de Giocondas. ¡Ay, que dizque si no tienen un hijo no se realizan como mujeres! Que es una cuestión fisiológica. ¡Y qué tal si para realizarme fisiológicamente yo me diera por salir a la calle a violar fisiológicamente lo que se me antoje! Una mujer embarazada no sólo es un atropello a la ética, es un atentado a la estética."
"La maternidad degrada a la mujer, la vuelve una vaca. Con perdón de mis hermanas las vacas.”
"Nadie tiene el derecho a reproducirse, imponer la vida es el crimen máximo. El hombre es la única especie que puede distinguir entre el sexo y la reproducción. Estamos programados para el sexo, está metido en las conexiones nerviosas con las que nacemos y que están especificadas en el genoma humano, como en el de cualquier especie que se reproduzca por el sexo. Sólo nosotros podemos darnos cuenta de esta separación. ¡Entonces, hagámosla! El sexo no tiene importancia, la reproducción sí. El sexo es inocente, la reproducción es criminal."
"Dios no hizo nada: nosotros lo hicimos a Él, lo inventamos por cobardes, por temor al rayo. Está en la esencia de la materia existir, y en prueba el que nada en última instancia se destruye. Unos átomos se transforman en otros átomos sumándose o quitándose los electrones. No nos hagamos ilusiones con el cielo que el cielo no da asidero a la esperanza. El cielo es un señuelo para los tontos, y una justificación descarada para el crimen de traer hijos a este mundo. Nadie va para el cielo. Todos vamos hacia la muerte y sus gusanos. "
"Yo no tengo ningún trauma. Mi concepción de la sexualidad es muy clara: ningún acto sexual, mientras no medie la violencia ni la imposición y mientras no esté destinado a la reproducción, es inocente. La sexualidad no tiene ninguna importancia. Aunque si está destinada a la reproducción, es un crimen."
"Uno, no te reproduzcas que no tienes derecho, nadie te lo dio; no le hagas a otro el mal que te hicieron a ti sacándote de la paz de la nada, a la que tarde que temprano tendrás que volver, comido por los gusanos o las llamas.
Dos, respeta a los animales que tengan un sistema nervioso complejo, como las vacas y los cerdos, por el cual sienten el hambre, el dolor, la sed, el miedo, el terror cuando los acuchillan en los mataderos, como lo sentirías tú, y que por lo tanto son tu prójimo. Quítate la venda moral que te pusieron en los ojos desde niño y que hoy te impide percibir su tragedia y su dolor. Si Cristo no los vio, si no tuvo ni una palabra de amor por ellos, ni una sola (y búscala en los evangelios a ver si está), despreocúpate de Cristo, que ni siquiera existió. Es un burdo mito. Nadie puede probar su existencia histórica, real. Tal vez aquí el cardenal Sandoval Íñiguez..."
"Y en este punto hago una pausita para dirigirme a los protectores de los animales, que redimen en parte el horror del género humano, y a quienes desde aquí les mando mi saludo y decidida bendición. Especie que se extingue, amigos, especie que deja de sufrir. Que se extingan los cóndores, que se extingan las ballenas, que se extingan las focas, que no haya más osos polares, que no sufran más. Que sólo quede en este planeta el Homo sapiens, este simio bípedo y depredador, para que acabe de arruinar la Tierra, y que al final se coman los unos a los otros en un banquete antropofágico. Y que empiecen por el Papa, por este azuzador de la proliferación de la peste humana. Ah, no, mejor no. Este Papa debe de saber horrible. Carne vieja, carne dura, carne tiesa. ¡Uf! ¡Qué asco, qué porquería! Comámonos mejor a los ecologistas de Greenpeace que se ven más apetitosos y que son otros mentirosos: lo que quieren es preservar esto para su bípeda especie y que los elijan al parlamento de no sé qué."
"Los medios de comunicación se sorprenden porque me gustan los muchachos, porque digo que la pederastia es de las pocas prácticas que liberan a la Iglesia, que redimen al prójimo, al cura y al niño. Mucha gente es absolutamente homosexual. Mucha gente es absolutamente heterosexual. Micha gente es bisexual, está entre los dos extremos. Y mucha gente es hipócrita. Para mí sería mas angustiosa la vida si yo se la hubiera impuesto a alguien. De eso me salvé al haberme acostado con muchachos en vez de con mujeres. Tuve la suerte de caer en otro camino y no en la trampa de la sociedad colombiana: casarme, tener hijos y hacerles ese mal inmenso."
"El Homo sapiens en esencia es una bestia de lujuria y simulación, un pecador nato que copula y miente..."
«Bruja: si existiera el cielo allí estarías, y te juro que para volverte a tener no volvería a pecar, así tuviera que renunciar a los infiernos donde me pensaba encontrar con: Sartre, Renan, el marqués de Sade, Diógenes Arrieta, Vargas Vila y Voltaire. Desde hace años voy por la calle hablando solo, sin ti, calculando que si subo a la azotea de mi edificio y salto los siete pisos sin ni un paraguas como nací, conmigo no va a poder la gravedad. ¿Tú qué crees, niñita? ¿Sí podrá? Mientras tanto, mientras subo y hago el experimento, por más oscuro que esté esto aquí abajo sin ti, tú eres la que más brilla allá arriba, Brujita, tú eres la estrella de la noche. Para volverte a ver no tengo sino que cerrar los ojos».
(Bruja fue una perra gran danesa que vivió con él trece años)
A las madrecitas de Colombia* - Por Fernando Vallejo
Entre hombres, mujeres y del tercer sexo, mi mamá tuvo veinticinco hijos. Hijos y más hijos y más hijos que ella fabricaba en su interior y que después expulsaba por la vagina con la placidez de quien desgrana avemarías de un rosario. Era una máquina vesánica de parir. Por eso hoy somos en Colombia cuarenta y cuatro millones. Si yo hubiera seguido su ejemplo y el de mi papá, con los hijos de los hijos de mis hijos hoy seríamos cien millones y ya habríamos acabado con las últimas tortugas, con las últimas nutrias, con los últimos micos, con los últimos caimanes, y estaríamos en pleno desastre ecológico, que sumado al moral que siempre nos ha caracterizado nos habría hecho del país un infierno. Bueno, otro infierno quiero decir, pues en el infierno estamos. Uno más calientico.
Para acomodar cien millones de colombianos se necesitan cuando menos cien millones de kilómetros cuadrados y sólo tenemos un millón. Varios suizos pueden convivir en una
misma cuadra y miles de abejas en una simple colmena; pero los colombianos no, necesitan más espacio: de a kilómetro cuadrado por habitante. Entre colombiano y colombiano hay que dejar por lo bajito un kilómetro de separación o se matan. Son como las ratas de laboratorio que si se hacinan, primero copulan, después paren y finalmente se despedazan a dentelladas. Como yo también soy colombiano entiendo
muy bien esto. Yo necesito campo, campo, campo. Respirar.
Cuando este que habla nació, Medellín tenía ciento ochenta mil habitantes. ¿Hoy cuántos? ¿Dos millones? ¿Tres millones? Decida usted, pero por ahí va la cosa. Tres millones de medellinenses embotellados desde que el mariquita manzanillo de Gaviria abrió las importaciones de carros sin haber construido una sola calle y nos embotelló el porvenir.
Y en Medellín hoy no sólo están congestionadas las calles, las carreteras, los hospitales: está congestionada la mismísima morgue, donde ya no caben los cadáveres. Treinta mesas apenas para un sangriento fin de semana en Medellín en su
única morgue no alcanzan y hay que apiñar los cadáveres como bultos de papas. ¿Pero sangriento fin de semana en Medellín no es pleonasmo? Ya ni sé, con el deterioro ambiental y moral se nos deterioró hasta la gramática. ¡Dizque Bogotá la Atenas sudamericana! ¡Dizque éste un país cuidadoso del idioma! ¡Dizque el país de Caro y Cuervo! ¡Ja, ja!
Permítanme que me ría.
Y como no caben los cadáveres en la sala de autopsias de la inefable morgue, entonces los cuelgan de ganchos como reses en un cuarto frigorífico. Todos hombres. Y en pelota.
Muy excitante la situación. Yo en tratándose de cadáveres nunca he tenido nada en contra. Lo que me saca de quicio es la paridera. Vivo que desocupa, ¡qué bueno! Uno menos pa comer, uno menos pa excretar, más puro el cielo, menos congestionamiento en las calles y mejoría en el aire que respira cada ciudadano irrepetible e irreemplazable, y lo digo pues si bien hoy en el mundo somos seis mil cuatrocientos
millones, no hay dos individuos iguales. Iguales sí para comer, fornicar y excretar, mas no para pensar. Y lo que cuenta es el pensamiento, ¿o no? Bueno, digo yo.
Pero volvamos a mi mamá y a sus veinticinco vástagos. ¿Qué comían, con qué los alimentaban? Carnívoros como nacimos, y de religión cristiana, comíamos salchichas: salchichas de cerdo o salchichas de res que la abeja reina compraba por cargas en La Llanera, una fábrica de embutidos de unos lituanos, de esos que acogieron los salesianos y que venían huyendo, católicos como eran (vale decir como noso
tros), de la Lituania comunista de Stalin. De esos lituanos proviene el simio Mockus, el bobo que se hace el loco, hombre de culo de mandril que toda Colombia conoce pero de
buen corazón pues durante una de sus alcaldías bogotanas, en Engativá, por mano de su secretaria de salud, Beatriz Londoño (doña concha puta de su puta madre, mamona
empecinada de la teta pública de la que sigue agarrada), mató a cuatrocientos perros. Un estaliniano de pura cepa, un hombre malo, malo de verdad, habría matado mil.
¿Pero por qué les estoy hablando de perros y de compasión y misericordia por unos simples animales a ustedes que en su conjunto nacieron y se educaron como cristianos y
hoy no pasan de ser unos degradados morales? Dejemos esto de los animales, no prediquemos en el desierto y volvamos a nuestro tema, la paridera, o dicho en palabras corteses, «el problema de la expansión demográfica»: la hoguera que avi
va el Papa. O sea éste, Wojtyla, que se niega a morir. Y yo digo: si quiere que haya más niños, que desocupe él porque ya no hay espacio para tanto viejo. Que tome pendiente abajo por el camino en bajada que en buena hora tomó la madre
Teresa. ¡Tan buena ella! ¡Tan su compinche! ¡Tan promotora del boom natal! Wojtyla, no te resistas que ya vas para el pudridero. Tus días están contados. Te va a enterrar Castro.
¡Ah mi Medellín de cuando yo nací, tan solito, tan aireado! Sin tanta fábrica ni tanto carro ni tanta rabia. Rabia sí, pero poquita: se mataban dos o tres y pare de contar. Salíamos en un Forcito modelo 46 que lo más que daba eran veinte kilómetros por hora. ¿Pero para qué más, si no había prisa de llegar? ¿Llegar a qué? ¿Al último tope de la carrera, que es la muerte? Mejor sigamos despacito. Curva aquí, curva allá, por una carreterita solitaria. Y a la vera del camino pastando las vacas, y buscándose su sustento diario las gallinas. Hoy los pollos se crían en galpones, encerrados en minúsculas jaulas, sin ver la luz del sol: ahí pasan sus miserables existencias para que nos los comamos los cristianos con la bendición del Señor. Madrecitas de Colombia: ¿no les despiertan compasión estos pobres animalitos? A mí se me hace
que no porque ustedes no pasan de ser unas lujuriosas sexuales, unas paridoras empecinadas. Bueno, pero puntualicemos lo anterior. La lujuria está bien: el sexo es bueno, despeja la cabeza y alegra el corazón. Con lo que sea: con hombre
o mujer, perro o quimera. Pero eso sí, siempre y cuando no esté destinado a la reproducción, en cuyo caso ya sí es pecado. Reproducirse es un crimen, en mi opinión el crimen máximo. Pero no les pido que la compartan, madrecitas de Colombia, porque eso sería pedirle peras al olmo, exigirle al enano cojo que trepe por la pendiente empinada. Y a ustedes, con la altura moral que han alcanzado pastoreadas por
la Iglesia y los políticos, educadas como fueron en la religión de los salesianos, les queda la subida muy fundillona, el fin está muy alto. Ustedes son unas minusválidas morales.
Entonces, hablando en plata blanca, ¿a qué voy? Voy a que el cura Uribe es un tartufo que invoca el nombre de Dios en público y se refocila con viejas tetonas en privado y
ustedes no tienen por qué seguir pariendo. Porque no hay espacio, porque ya no hay agua, porque no hay qué comer.
Porque los ríos los volvimos alcantarillas y el mar un resumidero de cloacas. Por eso. Porque ya acabamos con el águila real, con el cóndor de los Andes y con el nido de la
perra. Porque somos un país de cagamierdas vándalos.
–¿Y cómo vamos a tener sexo sin parir, padre Vallejo?
Aconséjenos usted.
–Muy fácil: con la píldora Ru486 francesa.
–¿Y dónde se consigue esa pildorita, en qué farmacia?
–Pues en las de Francia, señora, allá. ¿No le acabo de decir que la píldora es francesa?
–Ah, padrecito, usté sí es como mamagallista. ¿Y con qué viajo hasta Francia, si no tengo ni pa la lechita de los niños?
–Muy fácil, señora, va a ver. Lea lo que sigue abajo.
Cuando el zigoto u óvulo fecundado por el espermatozoide empieza a formar la mórula, que a simple vista ni se ve pues no llega ni al tamaño de la punta de un alfiler, el flujo menstrual de la mujer se interrumpe y he ahí el momento de parar la cadena de la infamia y la fuente de todo el dolor del mundo. Usted va a la farmacia, señora, y pide así:
–Buenos días señor boticario. Me da por favorcito una cajita de Cytotec de doscientos microgramos.
El Cytotec es un remedio para la gastritis, pero entre sus efectos secundarios está el producirles a las mujeres embarazadas el aborto en las primeras semanas de gestación.
O mejor dicho, el «miniaborto», porque «aborto» no es, no llega a tanto. ¿O me van a decir que expulsar un gusanito o una tenia es un aborto? Si a eso vamos, entonces en cada eyaculación el hombre aborta ochocientos millones de seres humanos, pues ésos son los renacuajitos que se van en ese líquido pegajoso y blanco cada vez que explota el volcán: un hombrecito, dos hombrecitos, tres hombrecitos... Y que no me venga este Papa a discutir porque lo desafío a un duelo por televisión: yo solo contra él, y él con todos los teólogos de la Universidad Pontificia Javeriana. ¡Para todos tengo,
montoneros!
Se toma pues usted, señora, dos pastillas de Cytotec con agua, se inserta otras dos en la vagina y listo, santo remedio, ya no va a parir la marrana. No le nacerá a Colombia otro Tirofijo, otro Pablo Escobar, otro Gaviria, otro Samper, otro Pastrana, otro mono Jojoy, otro Raúl Reyes, otro Mancuso, otro Uribe, otro Romaña...
–¿Y el padre García Herreros qué?
–¡Al diablo con los curas limosneros! Piden para dar, pero jamás dan de su bolsillo. ¡Así qué gracia! ¡Gracia la de ese escritor colombiano loco que dio en Venezuela un premio de cien mil dólares para los perros callejeros de Caracas!
Cien mil dólares que eran suyos, ganados sudando tinta, y que bien pudo haberse gastado en complacencias personales cual delicatessen, putas o mancebitos en flor.
Y una última recomendación, señora: si la primera dosis de dos pastillitas falla y no le produce esa pequeña hemorragia vaginal por la que se irá el demonio, repita la dosis
dos días después.
Madrecitas de Colombia, por favor, ya no lo sean que somos muchos y no cabemos y el mundo se va a desfondar. Pichen pero no paran, que desde aquí les mando mi bendición.
* Artículo publicado en el número de febrero de 2005 de la revista Soho.
De "Peroratas" - Fernando Vallejo
Aquí pueden leer una buena nota sobre el libro "Peroratas".
Aqui hay una nota interesante sobre Vallejo y los perros:
sábado, noviembre 24, 2012
Mujica tendrá perfume propio: "U from Uruguay"
U from Uruguay, el perfume del Pepe en video
En el marco de la primera Bienal de Arte de Montevideo, Martín Sastre presentó U from Uruguay, el video donde propone crear un perfume con las flores que cultiva el presidente José Mujica. Video.
El video está filmado en la sede central del Banco República, donde se desarrolla una de las muestras que integran la Bienal de Arte de Montevideo.
El protagonista es el propio artista, reponsable, entre otras, de Miss Tacuarembó, protagonizada por Natalia Oreiro.
El presidente José Mujica podrá tener su propia fragancia. El artista uruguayo Martín Sastre pretende crear un nuevo perfume con las flores que cultiva el mandatario en su chacra.
La idea, que será presentada este jueves en la primera Bienal de Montevideo, tomó por sorpresa al presidente y a su entorno inmediato, que todavía no dieron el visto bueno a la iniciativa.
Sastre, artista audiovisual y director de cine nacido en Montevideo en 1976 y que reside en Madrid, dijo en una entrevista con Efe que la idea detrás del perfume es reflexionar sobre los conceptos del "lujo" y la "esencia", así como reconocer a Mujica como "icono global por su filosofía de vida".
La inspiración para el perfume surgió a raíz de las informaciones de la prensa internacional que dan cuenta de la humilde forma de vida de Mujica.
"Si tengo pocas cosas, necesito poco para sostenerlas. Por lo tanto, mi tiempo de trabajo que dedico es el mínimo. ¿Y para qué me queda tiempo? Para gastarlo en las cosas que a mí me gustan. En ese momento creo que soy libre", dijo recientemente en una entrevista con la BBC en la que explicaba el porqué de su austeridad.
Sastre estimó que considerado así, un presidente como Mujica "es un verdadero lujo" ya que en el fondo él es el más rico porque "es el que más comparte".
"¿Qué es realmente el lujo?. ¿Qué es realmente ser pobre? El presidente más pobre es el más rico. ¿Porqué no un perfume, símbolo del lujo, cuando lo que él hace es cultivar flores? Además, perfume también remite a esencia, entendida como lo que es esencial", razonó.
La fragancia, bautizada "U from Uruguay", solo cuenta de momento con un anuncio publicitario que se difundirá en la Bienal, a la que asisten medio centenar de artistas de 25 países
El anuncio televisivo juega con "el lenguaje del lujo y sus conceptos" para presentar algo que tiene "un fin social".
Fuentes de la Presidencia consultadas por Efe admitieron que Sastre les comunicó la propuesta pero aclararon que están analizando qué hacer con ella.
De concretarse el proyecto, la fragancia del "Pepe" se vendería a través de fundaciones públicas para recaudar dinero y crear un fondo de fomento de la producción artística.
"Lo vanguardista de la propuesta es que toma el lenguaje del capitalismo y del sistema, que no funciona, para darle vuelta y hacer algo con un fin que es incuestionablemente positivo", apuntó Sastre.
Consultado sobre cómo sería un perfume realizado con las flores del presidente, razonó que "debería ser algo fresco y que tenga mucho que ver con la tierra".
También reconoció que existen dudas sobre si el propio gobernante, reconocido por su desapego a las modas y las convenciones y que nunca lleva corbata, usaría la fragancia.
"Hay cosas más importantes para criticar a un presidente que si usa o no usa perfume. Mujica y su mujer son personas que se ponen las botas y trabajan en el campo. Y la gente decidió que fuesen el presidente y la senadora más votada del país. Criticar eso sería criticar a la gran mayoría de la gente que los votó", concluyó.
Fuente: EFE
Manual para artistas emergentes de Martín Sastre
ACTITUD
MANUAL PARA ARTISTAS EMERGENTES DE MARTÍN SASTRE
Introducción: El arte es actitud y puede ser ante todo una herramienta de transformación personal y colectiva. Este breve manual basado en mi experiencia personal está pensado para quienes comienzan a moverse en un mundo desconocido: El Campo del Arte. Un manual para poder entender sus reglas y que en lugar de que ellas te dominen a tí, conseguir que tú las domines a ellas.
1.
Encuentra
tu misión/ Ponte una meta
Sin
una meta no podrás hacer un gol.
No importa cuál sea tu misión pero debes tener una siempre y cuando sea algo positivo y con un fin justo. Algo que brinde felicidad a los demás o al menos a los que tú creas que deben tenerla. De pequeño o pequeña seguro tuviste un sueño, trata de recordarlo:
Saltar como Jeniffer Beals en Flashdance,
hacer que tu bicicleta sobrevolase el jardín de tu casa como en E.T., tener
poderes mágicos como los de Samantha en Hechizada, viajar en el tiempo como
Michael J. Fox, y que al despertar todos crean que tu verdadero nombre es
Calvin Klein, cantar en el grupo Menudo, vivir en Miami con Don Johnson o
veranear con Mirtha Legrand en la refrescante costa atlántica del Uruguay,
tener un mechón de pelo de Slash el guitarrista de los Guns n’ Roses o ser el
protagonista de “Charly y la Fábrica de Chocolate”, pues bien, de eso se trata
la misión de tu vida. De liberar tu estrella interior.
Atención: Las misiones que implican un
trauma no cuentan, no debes dejarte llevar por tu lado híbrido y oscuro como
Nicole Kidman en “Todo por un sueño”, ella terminó mal.
Simplemente debes recordar un sueño que
nunca deberías haber olvidado. Porque las personas que REALMENTE triunfan son
las que hacen realidad sus sueños infantiles. Quien recuerda sus metas
infantiles es imparable, como la patinadora ciega de “Castillos de hielo”, a
ella nada la detuvo –ni siquiera la ceguera- porque tenía plena consciencia de
su misión, se sentía guiada hacia una meta invisible y así debes sentirte tú
siempre.
Que nadie te haga creer lo contrario,
jamás, porque tu primer lección es aprender que QUIEN ES CONSCIENTE DE SU
MISIÓN ES INVENCIBLE.
2-
REINVENTATE
Eres
artista, tu vida pasada es historia.
Así como te ves, te ven los demás. Cambia
el color de tu pelo, nunca es demasiado tarde. Prende fuego tu aburrido
vestuario mediocratizante y sé el precursor del Poncho Revival, aún estás a
tiempo. Ponte botas. Usa un acento extranjero extraño y di que hablas Neo Maya.
Teje y cose tu propio vestuario con Lana de Vicuña. Usa maquillaje o arréglate
las marcas de acné luego en el Photoshop, a los fans no les interesan tus
imperfecciones no ser que seas Lindsay Lohan.
Cambia de raza, sexo, nacionalidad y color
de ojos como de ropa interior, pero no lo hagas como Madonna, hazlo para
divertirte.
Olvídate de esas anticuadas identidades
culturales que no te permiten mutar, piensa que las identidades son estrategias
de masificación para hacerte partícipe de discursos nacionalistas y
endogámicos, borra toda identidad de tu mente, aspira a generar identidad.
Abraza la globalización y utilízala a tu favor. Si tienes nacionalidad
Australiana pide la Panameña, siempre es bien recibido un giro inesperado en el
guión de tu vida.
Ponte un nombre falso que no tenga nada que
ver con el anterior.
Piensa que sería de Lady Gaga si aún se
llamara Stefani Germanotta: nada.
Así que si te llamas Roberto, pasá a
llamarte Vanesa, es más, ponte un nombre para cada ocasión, ponte nombres de
personas que ya existen y que reflejen tu estado de ánimo.
Juega con tu propia identidad, pero siempre
proyecta lo que quieres que la gente te devuelva, si solo lo haces para
escandalizar y traumatizar como Syned O´Connor lo hizo quemando la foto del
Papa te pasará lo mismo que a ella, quedarás pelada y desaparecerás. Cambia,
muta y redimensiónate cuantas veces quieras, nunca olvides que si sigues
pareciendo un aburrido mortal nadie podrá admirarte, y que nadie te admire… es
lo peor que te podría pasar.
La gente común pasa toda la vida tratando
de construir una personalidad, una identidad y el resto del mundo en
encasillarte, latinoamericano, heterosexual, de izquierda o de derecha…. ¿Pero
eso a ti de qué te sirve?
YA NACISTE CON SUFICIENTE PERSONALIDAD,
simplemente diviértete focalizándola hacia tus objetivos, tu meta.
3- AUTOPROMOCIONATE
Tu
ego es tu templo.
La autopromoción está muy mal vista en
todos los países Latinos, y la religión católica ha hecho estragos al respecto.
La idea de un mundo donde nadie sobresale por su propio talento es siniestra y
sin embargo de eso se trata la educación desde hace siglos, de hacer que todos
pertenezcamos a una masa informe, donde tu Ego molesta y por eso será podado de
la cuna como un Bonsai. Mándalos a la mierda, tú eres el mejor y lo sabes.
Olvídate de todos los preceptos de renuncia
y sacrificio, disfruta diciendo que eres dueño de la verdad, después de todo, Jesús
fue el Rey de la autopromoción, con un departamento de marketing que inventó
frases que lo divinizaron para siempre, úsalo de ejemplo, imagínate en la
portada de la revista “Hola” bajo el titular:
Comed de mi cuerpo, bebed de mi sangre.
Eso es la autopromoción, eso es saber
llevar bien llevado tu ego.
Cuando te diga:
“Tienes problemas con tu ego”
Responde:
“El que tiene problemas con mi ego, eres
tú.”
Autopromociónate sin culpa, porque la culpa
es un invento para dominar a las masas y tú siempre has sobrevolado por arriba
de ella.
Recuerda que la religión católica ha hecho
estragos en nuestra cultura, te llevará un tiempo pero finalmente siempre
vencerás.
Autopromociónate con alegría y sin parar.
Piensa en grandes referentes de la autopromoción como Miguel Ángel, Jane
Mansfield o Salvador Dalí que lo hicieron sin dudarlo y sin culpa
AUTOPROMOCIÓNATE HONESTAMENTE.
Recuerda: No hay nada más honesto que el
egocentrismo. El gran talento de un artista, es su talento para la
autopromoción porque sólo tú sabes lo que vales.
4- CAPITALIZA
TUS LIMITACIONES
Tu
limitación es tu superpoder.
¿No tenés dinero? Y eso ¿a quién le
importa?
¿No tenés medios para hacer tu obra?
Bienvenido al club. ¿O tú te crees que Van Gogh, Mozart, o Picasso en sus
comienzos lo tenían?
No te quejes, produce.
Madonna no se quedó llorando en Times
Square cuando llegó con 40 dólares en su bolsillo. Simplemente pensó: Y ahora… ¿a quién se la
chupo?
Dale la vuelta a tu historia personal y haz
de tus limitantes un éxito, si eres tímido hazte performer, desnúdate en la
principal avenida de tu país, prende fuego un local de ropa para bebés y
embarazadas con pancartas apoyando el aborto obligatorio y que te lleven preso
así de paso sales en todas las noticias y tienes un buen comienzo, todo por no
tener medios.
¿Tu país no apoya las Artes Plásticas?
Mejor, nadie podrá etiquetarte, no tienes un camino por seguir, eres único y
puedes hacer lo que quieras.
Los límites no existen y todo es posible
así que aplaude el subdesarrollo de donde vienes y déjate llevar, si disfrutas
de tus limitantes todos te aplaudirán.
Siempre reivindica el realismo mágico
latinoamericano, ante todo recuerda que Isabel Allende ha hecho mucho dinero
con eso. Tú más que nadie debes creer en la Magia, pues representas para
occidente el lado mágico del Mundo y eso es algo que debes utilizar en tu
favor. Porque para SER ALGUIEN primero debes REPRESENTAR algo.
No vayas a la Universidad. Eres un o una
artista del Tercer Mundo, aprovéchalo, eso nadie sabe exactamente lo que es.
Capitaliza tus limitaciones y deja de auto
flagelarte con la política global, sonríe y serás poderoso.
La escena del arte en Managua o en tu barrio
puede ser mucho más interesante, activa y efervescente que la de Nueva York,
eso es una verdad absoluta. SÓLO DE TI DEPENDE QUE LOS DEMÁS LO VEAN.
miércoles, octubre 03, 2012
Alcancía Ida y Vuelta. Memorias de Rosa Chacel
"En este cuaderno estudiaré los progresos que hace en mí la idea del fracaso: cada día estoy más familiarizada con ella. ¿Por qué, de pronto, escribo esto?... No lo sé si a mí misma no me importa, ¿a quién puede importarle?... Mi adiós a París ha sido el primer adiós de mi vida:probablemente porque es mi primer adiós a la vida."
“Llevo años en esta muerte de los sentidos, en esta atrofia de la personalidad -conciencia de la inutilidad del deseo, desánimo de la voluntad ante el intento indefectiblemente fallido-, buscando algún alimento, por ligero que sea, para sostenerme en la vida... Tengo muchas cosas para vivir por ellas, pero esas cosas no me nutren con la mínima emoción.”
“Podría poner aquí, entre comillas, las frases que causaron mi emoción, pero no lo haré, porque, si esto que escribo es para mí solamente, no es necesario, yo las recuerdo bien, y si es para que alguien lo lea -como es, en efecto- tampoco debo escribirlas, porque esas frases a otra persona no pueden sugerirle nada. Es mejor dejarlo así para que cada uno ponga en su lugar las frases que fueron en su vida fuentes de emociones semejantes”
“Creo que yo tuve aversión a la idea de escribir un diario porque me parecía imposible ceder al dictado de la casualidad. ¿Cómo escribir sobre cosas que no se han meditado, que caen en chaparrón, sobre las que estábamos meditando y nos tuercen el rumbo, nos vuelven del revés o nos dejan en blanco? Ahora he llegado a comprender que la gracia del diario está en eso”.
“Todo lo que estoy escribiendo hoy tiene carácter de memorias, son cosas de hace tres o cuatro días, pero están ya sedimentadas. Y es que no puedo decir nada de lo inmediatamente próximo: no puedo hablar con el que está apretándome el pescuezo. Tengo que esperar que afloje'.”
“Si llega a publicarse alguna vez nadie quedará informado de los hechos de mi vida: no creo que jamás lleguen a ponerse en claro, pero sí podrá sacarse de aquí una tónica, un acento que tal vez resulte concordante con mi obra”.
"...el miedo a la pérdida de la memoria, creciente con los años, me hace pensar en la ventaja de apuntar las cosas; sin embargo, sé que no lo haré nunca [...] pero aun mayor que el miedo a la pérdida de memoria, es el miedo a perder en total: la vida."
"Cuando una mujer bella se mira al espejo puede creer que lo que ve es ella. Cuando una mujer fea se mira al espejo sabe que lo que ve no es ella."
"Si yo hubiera tenido uno de esos cuerpos que permiten a una mujer ponerse en cualquier postura, no habría temido nunca llamar la atención sobre mí. Tampoco si hubiera sido un monstruo".
“…a mí me parece grotesco. No en la mano, considerado meramente como vestido, sino puesto en mí, como funda de mis inelegantes formas... He ganado tres o cuatro kilos: estoy otra vez tetuda y ordinaria. ¿Qué puedo hacer? Tengo un hambre feroz, un hambre desesperada: estoy por decir vengativa...”
"Es muy raro que, habiendo tenido, como siempre tuve, el sentimiento de mi insignificancia física, no puedo decir que haya padecido un complejo de inferioridad en ese terreno [...] pero en lo intelectual sí, casi puedo decir que lo padezco. Y no sólo por mí, sino por toda España".
“Así como afronto la vejez física con más valor de lo que es común en las mujeres, no quiero admitir ni el menor asomo de vejez intelectual y creo que es más seguro no afectar modernidad; conservarse en forma, tal como se fue siempre: mostrar el antiguo patrón, pero vertical, aguantando contra viento y marea”.
“¡Qué horror! ¡Qué vejez!... pero, en fin, es lo natural. Lo que no es natural es este otro horror: el asco con que tengo que vivir con todo esto.”
“Llevo ya casi un año y no he tenido tiempo para pensar en lo que me rodea, porque con lo que me sirven desde Río y Buenos Aires queda llena mi capacidad de sentimiento, de decepción, de desesperación, de terror...”
“…es curioso, esto de estar sin dinero es lo que ha destrozado nuestra vida y, sin embargo, hay momentos en que firmaría el compromiso de seguir así hasta el fin de mis días, si eso me asegurase que no iba a pasar nunca ninguna otra cosa peor.”
“Lo más angustioso para mí es que tengo el convencimiento de que yo no puedo salvar a nadie. Más todavía, tengo el convencimiento de que hundo a la gente, con frecuencia.”
“Difícilmente se encontrará un libro más autobiográfico -si no es Estación, ida y vuelta-, una confesión más exhaustiva del autor. Esto, en primer lugar, desconcierta, y en segundo, proyecta o desencadena sobre él la aversión que yo, mi persona, mi aspecto, mi comportamiento social, mis ideas y todo mi carácter suscitan allí donde caigo [...] no es más que el resultado de su incontestable autenticidad.”
“Es tan atroz lo que pienso de todos y de mí misma, que tal vez por eso me odian; me odian todos, sin excepción. Me odian cada día más y no es por mi conducta, porque mi conducta cada día es más... esa que llaman irreprochable. Hay algo que me indica el camino hacia la comprensión de este fenómeno -sólo el camino; todavía no veo nada claro- y es que algunas personas me odian al primer golpe de vista."
“…he inspirado a unos y a otros sentimientos buenos y malos, en una medida normal, pero hay un sentimiento que jamás inspiré a nadie, piedad. ¡Y me haría tanta falta!”
Sobre Buñuel:
“Él tenía todas las de ganar y ganó a toda velocidad, triunfó tal como merecía, yo me eclipsé -lo que se eclipsa queda escondido tras un cuerpo que oculta su brillo, yo no tuve nunca brillo, nadie me eclipsó: yo me difundí en el silencio ligeramente salpicado por encomios de algunas mentes prestigiosas -yo, con mi desprevenida franqueza de buena Juanita o tal vez de Juana la lista- mis tipos ancestrales eran esos universalmente creados como paradigmas de la mujer cabezuda- con mi sencillez y seguridad -mi seguridad era inmensa, ¿en mí misma, en mi personalidad en mis valores?... No, en mi vocación, que sobrepasaba en mucho a lo que se llama vocación.” profesional. La mía era vocación vital, esencial, a la que me había consagrado en mis primeros años.”
"...en realidad, encuentro pasado de moda todo lo mío. No creo que esto sea superable; sobre todo desde este pozo y sin poder tener libros nuevos, sin ver lo que se hace fuera de aquí, sin poder meterme en la corriente."
“Ahora no temo que mis cosas queden arrinconadas y perdidas porque, desde que me encuentro entre los cerebros rescatados, es seguro que habrá jóvenes que preparen tesis, etc. pero todavía es más curioso que yo adoro a esos jóvenes, y que la idea de que hagan sus tesis me causa una satisfacción inmensa.”
"Me alarma la facilidad con que lo estoy escribiendo. Siempre creí que una cosa fácil no puede ser buena, pero es que esto que estoy haciendo me resulta fácil por lo torrencialmente que aparece, pero para el lector no será fácil; tal vez sea insoportable."
“He releído por primera vez Barrio de maravillas. No me había sucedido nunca tener tan pocas ganas de releer un libro mío. La verdad es que no comprendo el éxito que ha tenido, y no porque no me haya gustado, no, sino porque es muy otra cosa de lo que parece. Creo que el éxito se debe al título, que le da carácter de algo popular. Luego, el principio de las dos niñitas parece que va a ser cosa inteligible y no lo es. Es inaguantablemente abstruso. No está mal, no, pero poca gente habrá entendido algo, ¡y el caso es que se ha vendido!, ¡qué misterio! Tal vez mi éxito de la T.V., que es otra cosa misteriosa, haya dado a mi nombre autoridad suficiente para que encuentren bueno todo lo que sea mío... ¡Quién podía sospecharlo!”
viernes, mayo 25, 2012
El alma de Gardel - Mario Levrero (fragmentos)
"Me paré sobre un costado de la amplia puerta de la Biblioteca, con las manos apoyadas en el mango del paraguas y descansando allí todo el peso del cuerpo; miraba llover. Siempre me fascinó la lluvia; cuando era chico, estaba siempre alerta esperando que se nublara el cielo y cayeran las primeras gotas. Los días de lluvia eran para mí como días de fiesta. Ahora estoy más distraído con las cosas que me ocurren, en lo personal, en casi toda mi vida adulta me ha faltado el tiempo para volverle a prestar atención a la lluvia. Algo parecido me pasa con la música; la oigo, pero más bien como fondo, sin entregarme plenamente. En eso se ha transformado la vida de adulto: un pasar cerca de las cosas sin rozarlas, o rozándolas apenas, pero sin entablar amistad con las cosas, sin intercambios, dar y recibir. Dar de sí, la atención, el tiempo íntimo, uno o todos los sentidos. Tengo entendido que del mismo modo ausente la gente suele hacer el amor, y no puedo dejar de asombrarme. Ésa es la vida de ellos."
"-Gardel -decía, poco más, poco menos-, Gardel sólo quiere elevarse, que lo dejen en paz para elevarse. Hace mucho tiempo que está atrapado en la zona inferior, reclamado continuamente por los que escuchan sus discos y gente como usted, que estudian su vida. Todo eso lo tira hacia abajo, ¿comprende?, no lo deja ascender. Cada vez que alguien pone un disco de Gardel, allá está el alma de Gardel, que ya no es Gardel, sino el alma, el alma de Gardel, que sólo busca subir, trascenderse en un Plano Superior, y lo tiran para abajo, lo reclaman, porque él puso mucha fuerza en los discos, ¿sabe?, no siempre que se escucha el disco de alguien que murió, ese alguien se siente atraído por el disco; no; sólo unos pocos, los que ponen el alma. Magaldi, por ejemplo; Magaldi no ponía el alma. Era un llorón, hacía mucho teatro, como que se desgarraba y lloraba cuando cantaba, pero en realidad no ponía el alma como Gardel.
Usted escucha a Gardel, que me perdone el pobrecito por perturbarlo, nombrándolo así, con admiración, estas cosas lo llaman hacia el Plano Inferior, pero Gardel ponía el alma, y el alma de Gardel está en el surco de cada disco, un poco del alma quiero decir, son pedazos que fue dejando por la Tierra, y ahora tendría que reunidos silenciosamente para poder trascenderse, ¿me comprende?"
"Las cosas, desde luego, no sucedieron exactamente así, como las estoy contando; en rigor, las cosas nunca suceden como se las cuenta, porque nunca se pueden contar tal como suceden. ¿Cómo puedo saber yo ahora el contenido exacto de mi pensamiento aquel día? ¿Cómo puede alguien, ni siquiera a los diez minutos, recordar el contenido exacto de su pensamiento, esa cosa tan errática? Se asocia de muchas maneras diferentes, y a toda velocidad; e incluso buena parte del pensamiento queda inconsciente, a veces semiconsciente, y se pierden cantidad de nexos. Yo afirmo que es imposible decir la verdad de las cosas tal como sucedieron, por más veraz que uno pretenda y que uno quiera ser. Ahora, por ejemplo, al rememorar estos hechos que vengo narrando, tal vez estoy juntando dos o tres días en uno solo, u omitiendo datos importantísimos, y sobre todo mintiendo, a sabiendas, sobre el contenido de mis pensamientos, al cual trato vanamente de aproximarme. Ni siquiera podría relatar el fluir de mi pensamiento actual, porque se va rápido, corre más rápido que mis dedos y, al mismo tiempo, por querer escribirlo lo estoy modificando, frustrando, fastidiando la posibilidad de una enorme cantidad de asociaciones mentales que por el solo hecho de atenderlas, no se producen."
"Y al fin y al cabo, creo yo, el destino de toda cosa en el universo, tal vez incluso el universo mismo, sea convertirse en Literatura. Todo hecho que no se pierde de la memoria, se vuelve Historia o Novela, y finalmente la Historia se lee como Novela, cuando ha pasado mucho tiempo y ya los nombres y las situaciones carecen de significación afectiva para nosotros. Todo es, o será, Literatura, o por lo menos todo es, o será leído. O al menos escrito. Por ejemplo, Napoleón. ¿Qué diferencia hay, para nosotros, ahora, que haya existido en la vida real o que no haya existido? Hoy Napoleón es una entrada en mi diccionario enciclopédico, por la letra N, y otra por la B. También es para mí una novela de Joseph Roth, llamada Los cien días, y que trata de Napoleón; y una letra N con dos ramitas de laurel, impresas en un puente de París (si la memoria no me es infiel) y en una botella de cognac. En la etiqueta, creo. Mi apellido será una entrada en el diccionario o no será nada, que lo mismo da, cuando se haya perdido su memoria en la mente de las personas. Quiero decir: no importa que me falle la memoria, o que me engañe, inventándome cosas o, peor, deformándome cosas. Lo que importa es que lo que yo escribo sea Literatura, es decir, que si alguna vez alguien lo lee, lo encuentre interesante, o entretenido. No es preciso que sea Historia, porque tarde o temprano, la Historia también se leerá como Novela. Pero esto ya lo dije."
viernes, julio 29, 2011
Todo el mundo debería volver con todo el mundo - Fragmento de "En picado" de Nick Hornby
"En picado" es una de mis novelas favoritas de todos los tiempos. Dentro de los diez libros que me llevaría a una isla desierta, este iría seguro: me daría fuerzas para sobrevivir y para recordar lo lindo y lo difícil que era vivir en sociedad, alimentaría mi nostalgia en torno a los seres humanos. Seguro que también me llevaría a esa isla otras dos obras de Nick Hornby, "Alta fidelidad" y "Juliet, desnuda", porque este autor inglés tiene la particularidad de escribir sobre temas con los que me identifico.
El fragmento que escogí de "En picado" incluye la hermosa teoría de "Y si nadie terminara con nadie...". JJ., es el personaje que larga esta tonta idea: "Todo el mundo debería volver con todo el mundo.". Este músico en crisis ha tocado fondo puede que esté desvariando cuando se le ocurre esta loca idea.
Cuando pienso en profundidad en esta utopia de happy end me parece tan encantadora como imposible de llevar a la práctica. Se me ocurre que si todos volviésemos con todos se aboliría la nostalgia. Esa palabra se borraría del diccionario porque en su lugar aparecería escrita la palabra magia. Se acabarían las separaciones, los divorcios. Nunca se rompería el encanto de las relaciones, siempre daríamos una nueva oportunidad a las personas y entonces sí que las cosas saldrían bien. El concepto de fracaso no existiría porque de tantas veces que lo intentaríamos las cosas terminarían por funcionar. Se acabaría esa mentira del fracaso. Seríamos personas confiadas. Se acabaría el odio y por tanto las guerras. El amor haría girar el mundo. La educación entonces sería un éxito, los niños crecerían para convertirse en quienes son, liberados de miles de problemas, frustraciones y asignaturas pendientes que sus padres ya no podrían transmitirles. Todo sería positivo, para mejor, nada dramático ni agridulce. Nadie sería posesión de nadie, se acabarían los celos. Nadie querría ser como otro ¿para qué si justamente es a uno mismo a quien los demás buscan? Se acabaría la competencia, no habría que luchar maquiavélicamente para conseguir las cosas, nada seria exclusivo. Habría amor, recursos, en fin, de todo para todos. Esta nueva generosidad llenaría cada hueco con amor. Se acabarían las reuniones de ex- alumnos. Se acabarían los reencuentros amistosos porque nunca nadie habría dejado de estar en contacto con nadie. Entraríamos y saldríamos de los trabajos cuando quisiéramos, no existirían despidos ni seguros de paro. Tampoco existirían los duelos ni la angustia, por lo tanto la industria farmacéutica se iría a pique, no tendríamos a quienes extrañar ni tampoco sentiríamos miedo a nada. Estaríamos siempre unidos como una gran familia, siempre concentrados en el presente. Como andaríamos de buen ánimo, probablemente no nos enfermaríamos. Como formaríamos una gran familia universal y andaríamos claritos, la ciencia alineada en esos valores también lograría descubrir curas para los problemas más complejos. A nadie le faltaría nada. Los psicólogos y los psiquiatras también perderían sus trabajos, se acabarían problemas como la angustia, el insomnio, la depresión, los ataques de panico, la bulimia, etc. Los escritores también perderían bastante material ¿sobre qué escribirían? ¿cuál sería la situación dramática que los inspiraría? ¿? Las buenas bandas de rock nunca se habrían separado, de algún modo los proyectos nuevos se irían agregando a los anteriores. Todo se iría sumando, acumulando, todo iría hacia el crecimiento y la expansión de nuestro potencial. No habría que elegir, se evitarían muchos problemas y frustraciones. Los niños nunca quedarían sin sus padres ya que no existirían las separaciones, los divorcios, incluso podrían decidir con quién quieren vivir en el caso de que quisieran cambiar de padres. No habría pecados, reproches ni culpas ni dilemas morales (menos trabajo para las iglesias). En las fiestas y los cumpleaños habría lugar para todos, nadie quedaría solo ni se sentiría excluido. Todos volveríamos con todos, nos sentiríamos plenso. Se pondría de moda Nietzsche, particularmente una de sus tesis más extrañas: la del eterno retorno. Esta teoría acepta que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Según la tesis del eterno retorno todo va a repetirse un número infinito de veces: las personas que conocemos volverán a estar presentes; pero también el resto de los seres (animales, plantas, objetos inertes);volverán las mismas cosas con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias y comportándose de la misma forma. En fin, habría remeras, tazas, todo un merchandising en torno a esto. Aunque seguro en ese paraíso también habría detractores que querrían volver al estado de separación en el que vivimos ahora, quizá ellos buscarían la purificación a través del dolor, quién sabe (ninguna teoría puede dejar contentos a todos, eso está claro). Pero volviendo al plano mundano, si todos volviéramos con todos no habría personas-tabú-sobre-las-que-no-se-puede- hablar, dejaríamos de esconder las fotos de nuestras ex-parejas, las cartas de amor, todo ese arsenal de adorables fetiches. Nuestras familias políticas seguirían guiándonos, nunca nos separaríamos de aquellos suegros o suegras que nos cayeron particularmente bien alguna vez.
En principio la idea de todo el mundo debería volver con todo el mundo parece todo muy difícil de aplicar, demasiados planos para conjugar en las coordenadas que manejamos de espacio-tiempo. Pero ¿quién sabe si algo de este espíritu no se puede rescatar? ¿Un diez por ciento? ¿Un uno por ciento? ¿No podríamos al menos seguir tratándonos con nuestras ex-parejas sin sentir que nuestras actuales parejas se nos tiran encima como perros rabiosos? Nunca acabaría la amistad, ya no nos pelearíamos por pavadas con nuestros amigos, con esas personas tan especiales que formaron parte de nuestra vida, recurriríamos a ellas siempre que lo precisáramos. Es cierto que parece difícil de regular. A algunos les puede parecer demasiado liberal o incluso promiscuo. Pero se me ocurre que si todo el mundo volviera con todo el mundo uno podría tener un hijo de quien quisiera y criarlo con quien se le cantara, pero eligiendo el motivo. Podría elegir a alguien como padre o madre de su hijo, otra persona para convivir, otra persona para enamorarse, o se podría ir rotando. Compartiriamos el club, salidas al teatro, al cine, al parque, tendríamos proyectos artísticos, económicos, familiares con todos aquellos seres que quisimos y nos quisieron. Ya sé, alguien dirá que no maduraríamos nunca. Puede ser. Pero no se puede negar que la teoría de "todo el mundo debería volver con todo el mundo" es de las más dulces que se haya inventado.
En los momentos más tristes voy a pensar en esta tonta idea y sé que me va a brindar consuelo, calor en el corazón. Voy a creer que todavía hay una esperanza de que el ser humano reaccione, voy a sentirme más libre. Me voy a alegrar con esta loca idea de que el mundo es redondito y que todo va y vuelve en un ciclo de transformación perfecto. Gracias JJ. Gracias Nick Hornby por este lindo regalo.
Gracias a ustedes por leer este blog. Bendiciones para todos. A continuación transcribo el fragmento que dio origen a todas mis cavilaciones:
"Iba a ser un final feliz, lo veía venir. Y lo iba a ser para los cuatro que estábamos allí. En el primer concierto que diéramos cuando volviéramos a tocar juntos podríamos dedicar una canción al Tipo sin Hogar. Oye, hasta podría ser nuestro encargado del equipo en las giras. Además, podría hacer uno de los brindis de la boda.
Todo el mundo debería volver con todo el mundo- dije, y lo decía en serio. Era mi discurso final-.Todo grupo que se ha separado, toda pareja... Y hay demasiada infelicidad en el mundo sin necesidad de que la gente se separe cada diez segundos."
Ed me miró como si estuviera viendo a un loco.
-No estás hablando en serio- dijo Lizzie.
Quizá juzgué mal el ánimo que flotaba en el aire y el momento. El mundo estaba preparado para mi gran discurso final.
-Naaaada... -dije-. Tranquilos. Ya sabéis. Era sólo... una idea. Una teoría en la que estoy trabajando. Aún no he solucionado sus puntos flojos.
-Miradle la cara- dijo el tipo sin hogar-. Oh, habla en serio, de veras.
-¿Y cómo funcionaría la cosa si de unos grupos nacieran otros?- dijo Ed-. Como..., no sé, si Nirvana volviera a juntarse..., los Foo Fighters tendrían que separarse. Y serían muy infelices.
-No todos ellos- puntualicé.
-¿Y qué me dices de los segundos matrimonios? Hay montones de segundos matrimonios felices.
-No habría existido Clash. Porque Joe Strummer habría tenido que quedarse con su primer grupo.
-¿Y quién fue tu primera novia?
-¡Kathy Gorecki!- dijo Ed-. ¡Ja!
-Pues seguirías con ella- dijo Lizzie.
-Sí, claro -me encogí de hombros-. Era estupenda. No habrías llevado una mala vida con ella.
-¡Pero nunca te dejaba hacer nada!- dijo Ed-. Ni siquiera meterle la mano debajo del sostén.
-Seguro que ya lo habrías conseguido. Llevaríais quince años juntos.
-Oh, tío- dijo Ed, con el tono de voz que normalmente empleábamos cuando Maureen había dicho algo desgarrador-. No
puedo pegarte.
Recorrimos un trecho de la calle y entramos en un pub, y Ed me invitó a una Guinness, y Lizzie compró un paquete de cigarrillos en la máquina y lo puso encima de la mesa para que lo compartieramos, y estuvimos allí sentados, y Ed y Lizzie me miraban como si estuvieran esperando a que recuperara el resuello.
-No sabía que te sintieras tan mal- dijo Ed al cabo de un rato.
-¿Y lo del suicidio? ¿No bastaba para hacerse una idea?
-Sí. Me enteré que quisiste matarte. Pero no sabía que te sintieras tan mal como para querer arreglar las cosas con Lizzie
y el grupo. Eso indica una infeliciad completamente diferente, mucho mayor que la que pueda llevarte al suicidio.
Lizzie intentó no reirse, y el esfuerzo hizo que soltara algo como un bufido extraño, y yo di un largo trago a mi Guinness.
Y de pronto, durante apenas un momento, me sentí bien.
Ayudaba el hecho de que me encantara la Guinness fría; y también que amaba de verdad a Ed y a Lizzie. O que los hubiera amado en el pasado, o amado más o menos, o amado y odiado al mismo tiempo, o lo que sea. Y quizá por primera vez en los últimos meses reconocía algo llanamente, algo que sabía que había estado oculto en mis entrañas, o en algún punto de la nuca (o en alguna parte que me permitía fingir que no lo notaba). Y lo que reconocí fue lo siguiente: que había querido matarme no porque odiara vivir, sino porque me encantaba la vida. Y lo cierto del asunto es que, en mi opinión, un buen montón de gente que piensa en quitarse la vida siente igual que yo. Creo que así es como se sentían Maureen y Jess y Martin. Aman la vida, pero se les ha jodido todo en ella, y por eso me encontré con ellos y por eso seguimos todos en este planeta. Nos subimos a aquella azotea porque no podíamos encontrar el camino de regreso a la vida, y al vernos excluidos de ella de tal manera... Es que la vida te destruye, tío. Así que es como un acto de desesperación, no de nihilismo. Es una eutanasia, no un asesinato. No sé por qué se me ocurrió de pronto en ese momento. Quizá porque estaba en un pub con gente a la que amaba, bebiéndome una Guinness, y sé que ya lo he dicho antes, pero me encanta la Guinness, como me encanta too tipo de bebidas con alcohol (como es justo que así sea, pues es una de las glorias de la creación divina). Y acabábamos de montar aquella estúpida escena en la acera, y hasta aquello me parecía que había estado bien, porque a veces son este tipo de momentos -los realmente complicados, los momentos realmente absorbentes- los que te hacen darte cuenta de que hasta en los malos tiempos hay cosas que te hacen sentirte vivo. Y además está la música, las chicas, y las drogas, y la gente sin hogar que ha leído a Pauline Kael, y pedales hawaianos, y patatas fritas inglesas de sabores, y que aún no he leído Vida y aventuras de Martín Chuzzlewit, y... El mundo está lleno de montones de cosas.
Y no sé qué cambió con este reconocimiento, con este repentino flash. No fue como a mí me habría gustado, ya saben, aferrarme a la vida con un apasionado abrazo y jurar no dejarla hasta que ella me deje a mí. En cierto modo, empeoró las cosas en lugar de mejorarlas. En cuanto dejas de hacer como que todo es una mierda y no ves el momento de liberarte de ello -que es la historia que me he estado contando desde hace un tiempo-, la cosa se hace más dolorosa, no menos. Decirte que la vida es una mierda es una especie de anestésico, y cuando dejas de tomarlo empiezas a darte cuenta de lo mucho que duele, y dónde, y que ese tipo de dolor no le hace a uno ningún bien.
Y estuvo muy bien que estuviera con mi ex amante y mi hermano en el preciso momento en que me di cuenta de todo esto, porque la reflexión valía para ambas cosas. Los amaba y siempre los amaría, pero ya no había sitio donde poder ubicarlos, porque yo ya no tenía sitio donde poner todas las cosas que sentía. No sabía qué hacer con ellos, y ellos no sabían qué hacer conmigo (pero ¿no es eso la vida?).
-Nunca dije que rompería contigo porque no ibas a ser una estrella de rock- dijo Lizzie al cabo de un rato-. Lo sabes, ¿verdad?
Negué con la cabeza. No lo sabía. Lo que llevo dicho corrobora lo que afirmo. Ni una sola vez en esta historia he reconocido ningún tipo de malentendido, deliberado o no. Hasta donde yo se, Lizzie me había dejado porque yo era un perdedor en el mundo de la música.
-¿Qué es lo que dijiste, entonces? Dímelo de nuevo. Te escucharé con los oídos bien abiertos.
-¿Qué puede importar ya? Todos hemos cambiado, ¿no?
-Más o menos.- No iba a admitir que yo segúia sin moverme, o incluso que había retrocedido.
-Muy bien. Lo que dije fue que no podría estar contigo si no fueras músico.
-Eso no era tan importante para tí entonces. Ni siquiera te gusta tanto la música.
-No me estás escuchando, JJ. Eres músico. No es tanto lo que hacías. Es más lo que eres. Y no estoy diciendo que vayas a ser un músico de éxito. Ni siquiera sé si eres bueno o no. Pero yo veía que no ibas a servir para nada si lo dejabas. Y mira lo que ha pasado. Deshaces el grupo, y cinco minutos después te subes a lo alto de un edificio. Estás ligado a la música. Y sin ella estás muerto. O más te valdría estarlo.
-O sea que... Ya. No tiene nada que ver con no tener éxito...
-Dios, ¿por quién me has tomado?
Pero no estaba hablando de ella; estaba hablando de mí. Nunca lo había mirado de ese modo. Pensé que todo se había debido a mi fracaso, pero no era así. Y en ese momento sentí ganas de llorar a desconsoladamente porque sabía que Lizzie tenía razón, y a veces la verad hace que te sientas de ese modo. Tenía ganas de llorar porque iba a volver a hacer música otra vez, y porque lo echaba de menos tanto... Y tenía ganas de llorar porque sabía que hacer música nunca me iba a hacer tener éxito; Lizzie acaba de condenarme, pues, a otros treinta y cinco años de pobreza, al desarraigo, a la desesperación, a no tener seguro médico, a moteles sin agua caliente y a hamburguesas infames. Sí, y la diferencia estribaba en que me las comería en lugar de hacerlas."
JJ .*
*Esta novela coral se compone de capítulos cortos narrados los cuatro personajes principales. El fragmento que transcribí corresponde a JJ. En la contratapa de la edición de Anagrama que yo tengo lo decriben así: "JJ. s un joven americano con pinta de estrella del rock, e iba camino de serlo hasta que su grupo estalló, y acada uno se fue con la música a otra parte. O a ninguna, que fue lo que le pasó a JJ. Ahora reparte pizzas, y no lo soporta." O sea, se quedó sin banda y sin novia. Lo peor de lo peor para un músico..."
Sobre la novela:
"A lo largo del año hay tres días: Navidad, Año Nuevo y San Valentín, en los que las estadísticas de suicidios se disparan. Es lógico pensar que de vez en cuando algunos suicidas se encontrarán en los lugares más apropiados para suicidarse. La noche del 31 de diciembre cuatro personas coinciden en Londres en la azotea del Topper’s House, uno de los edificios que más atraen a los suicidas para dar el salto.
Los cuatro han subido allí con la intención de tirarse abajo, aunque impulsados por diferentes motivos. Martin era un presentador estrella de televisión. Divorciado y bebedor, su carrera profesional y el resto de su vida se van al garete cuando se descubre que uno de sus últimos ligues era una menor. Maureen es una mujer mayor y religiosa que vive sola con un hijo discapacitado que es un vegetal, no puede hablar ni comunicarse de ningún modo y necesita asistencia de alguien para todo. Jess es una macarra adolescente hija de un político del gobierno laborista. Es impulsiva, maleducada y bocazas, y le acaba de dejar su novio. El cuarto, J. J., es un roquero norteamericano con deseos de convertirse en una estrella de la música. Su novia le dejó poco después de que se rompiera su grupo, así que está frustrado y trabaja de repartidor de pizza. Cuando Maureen sube al Topper’s House el día de Nochevieja, se encuentra con Martin balanceando las piernas sentado en el borde de la azotea. Pero se hacen cargo de la situación y cada uno sigue con lo suyo. Poco después irrumpe Jess bastante alterada y rompe el clima de intimidad suicida. Discute con Martin y al rato aparece J. J. con una pizza en la mano aún pendiente de entrega. Acaban sentados en el suelo comiéndose la pizza.
Probablemente es más fácil suicidarse que permitir a otro que lo haga. La cuestión es que esa noche ninguno de los cuatro salta desde la azotea. Como la “magia” del momento que habían elegido se ha roto, pero siguen convencidos de su decisión, establecen una cita el día de San Valentín y adquieren el compromiso de volver a encontrarse en esa fecha para saltar juntos.
“¿Puedo explicar por qué quería saltar desde lo alto de un edificio? Pues claro que puedo explicar por qué quería saltar desde lo alto de un edificio. No soy ningún maldito idiota. Puedo explicarlo porque no era inexplicable: era una decisión lógica, producto de un razonamiento correcto. Y ni siquiera era un pensamiento serio. No me refiero a que fuera un pensamiento caprichoso: me refiero a que no era terriblemente complicado, o desesperado.”
Nick Hornby, En picado, Anagrama, 2007
http://www.nickhornby.net/
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El fragmento que escogí de "En picado" incluye la hermosa teoría de "Y si nadie terminara con nadie...". JJ., es el personaje que larga esta tonta idea: "Todo el mundo debería volver con todo el mundo.". Este músico en crisis ha tocado fondo puede que esté desvariando cuando se le ocurre esta loca idea.
Cuando pienso en profundidad en esta utopia de happy end me parece tan encantadora como imposible de llevar a la práctica. Se me ocurre que si todos volviésemos con todos se aboliría la nostalgia. Esa palabra se borraría del diccionario porque en su lugar aparecería escrita la palabra magia. Se acabarían las separaciones, los divorcios. Nunca se rompería el encanto de las relaciones, siempre daríamos una nueva oportunidad a las personas y entonces sí que las cosas saldrían bien. El concepto de fracaso no existiría porque de tantas veces que lo intentaríamos las cosas terminarían por funcionar. Se acabaría esa mentira del fracaso. Seríamos personas confiadas. Se acabaría el odio y por tanto las guerras. El amor haría girar el mundo. La educación entonces sería un éxito, los niños crecerían para convertirse en quienes son, liberados de miles de problemas, frustraciones y asignaturas pendientes que sus padres ya no podrían transmitirles. Todo sería positivo, para mejor, nada dramático ni agridulce. Nadie sería posesión de nadie, se acabarían los celos. Nadie querría ser como otro ¿para qué si justamente es a uno mismo a quien los demás buscan? Se acabaría la competencia, no habría que luchar maquiavélicamente para conseguir las cosas, nada seria exclusivo. Habría amor, recursos, en fin, de todo para todos. Esta nueva generosidad llenaría cada hueco con amor. Se acabarían las reuniones de ex- alumnos. Se acabarían los reencuentros amistosos porque nunca nadie habría dejado de estar en contacto con nadie. Entraríamos y saldríamos de los trabajos cuando quisiéramos, no existirían despidos ni seguros de paro. Tampoco existirían los duelos ni la angustia, por lo tanto la industria farmacéutica se iría a pique, no tendríamos a quienes extrañar ni tampoco sentiríamos miedo a nada. Estaríamos siempre unidos como una gran familia, siempre concentrados en el presente. Como andaríamos de buen ánimo, probablemente no nos enfermaríamos. Como formaríamos una gran familia universal y andaríamos claritos, la ciencia alineada en esos valores también lograría descubrir curas para los problemas más complejos. A nadie le faltaría nada. Los psicólogos y los psiquiatras también perderían sus trabajos, se acabarían problemas como la angustia, el insomnio, la depresión, los ataques de panico, la bulimia, etc. Los escritores también perderían bastante material ¿sobre qué escribirían? ¿cuál sería la situación dramática que los inspiraría? ¿? Las buenas bandas de rock nunca se habrían separado, de algún modo los proyectos nuevos se irían agregando a los anteriores. Todo se iría sumando, acumulando, todo iría hacia el crecimiento y la expansión de nuestro potencial. No habría que elegir, se evitarían muchos problemas y frustraciones. Los niños nunca quedarían sin sus padres ya que no existirían las separaciones, los divorcios, incluso podrían decidir con quién quieren vivir en el caso de que quisieran cambiar de padres. No habría pecados, reproches ni culpas ni dilemas morales (menos trabajo para las iglesias). En las fiestas y los cumpleaños habría lugar para todos, nadie quedaría solo ni se sentiría excluido. Todos volveríamos con todos, nos sentiríamos plenso. Se pondría de moda Nietzsche, particularmente una de sus tesis más extrañas: la del eterno retorno. Esta teoría acepta que todos los acontecimientos del mundo, todas las situaciones pasadas, presentes y futuras se repetirán eternamente. Según la tesis del eterno retorno todo va a repetirse un número infinito de veces: las personas que conocemos volverán a estar presentes; pero también el resto de los seres (animales, plantas, objetos inertes);volverán las mismas cosas con las mismas propiedades, en las mismas circunstancias y comportándose de la misma forma. En fin, habría remeras, tazas, todo un merchandising en torno a esto. Aunque seguro en ese paraíso también habría detractores que querrían volver al estado de separación en el que vivimos ahora, quizá ellos buscarían la purificación a través del dolor, quién sabe (ninguna teoría puede dejar contentos a todos, eso está claro). Pero volviendo al plano mundano, si todos volviéramos con todos no habría personas-tabú-sobre-las-que-no-se-puede- hablar, dejaríamos de esconder las fotos de nuestras ex-parejas, las cartas de amor, todo ese arsenal de adorables fetiches. Nuestras familias políticas seguirían guiándonos, nunca nos separaríamos de aquellos suegros o suegras que nos cayeron particularmente bien alguna vez.
En principio la idea de todo el mundo debería volver con todo el mundo parece todo muy difícil de aplicar, demasiados planos para conjugar en las coordenadas que manejamos de espacio-tiempo. Pero ¿quién sabe si algo de este espíritu no se puede rescatar? ¿Un diez por ciento? ¿Un uno por ciento? ¿No podríamos al menos seguir tratándonos con nuestras ex-parejas sin sentir que nuestras actuales parejas se nos tiran encima como perros rabiosos? Nunca acabaría la amistad, ya no nos pelearíamos por pavadas con nuestros amigos, con esas personas tan especiales que formaron parte de nuestra vida, recurriríamos a ellas siempre que lo precisáramos. Es cierto que parece difícil de regular. A algunos les puede parecer demasiado liberal o incluso promiscuo. Pero se me ocurre que si todo el mundo volviera con todo el mundo uno podría tener un hijo de quien quisiera y criarlo con quien se le cantara, pero eligiendo el motivo. Podría elegir a alguien como padre o madre de su hijo, otra persona para convivir, otra persona para enamorarse, o se podría ir rotando. Compartiriamos el club, salidas al teatro, al cine, al parque, tendríamos proyectos artísticos, económicos, familiares con todos aquellos seres que quisimos y nos quisieron. Ya sé, alguien dirá que no maduraríamos nunca. Puede ser. Pero no se puede negar que la teoría de "todo el mundo debería volver con todo el mundo" es de las más dulces que se haya inventado.
En los momentos más tristes voy a pensar en esta tonta idea y sé que me va a brindar consuelo, calor en el corazón. Voy a creer que todavía hay una esperanza de que el ser humano reaccione, voy a sentirme más libre. Me voy a alegrar con esta loca idea de que el mundo es redondito y que todo va y vuelve en un ciclo de transformación perfecto. Gracias JJ. Gracias Nick Hornby por este lindo regalo.
Gracias a ustedes por leer este blog. Bendiciones para todos. A continuación transcribo el fragmento que dio origen a todas mis cavilaciones:
"Iba a ser un final feliz, lo veía venir. Y lo iba a ser para los cuatro que estábamos allí. En el primer concierto que diéramos cuando volviéramos a tocar juntos podríamos dedicar una canción al Tipo sin Hogar. Oye, hasta podría ser nuestro encargado del equipo en las giras. Además, podría hacer uno de los brindis de la boda.
Todo el mundo debería volver con todo el mundo- dije, y lo decía en serio. Era mi discurso final-.Todo grupo que se ha separado, toda pareja... Y hay demasiada infelicidad en el mundo sin necesidad de que la gente se separe cada diez segundos."
Ed me miró como si estuviera viendo a un loco.
-No estás hablando en serio- dijo Lizzie.
Quizá juzgué mal el ánimo que flotaba en el aire y el momento. El mundo estaba preparado para mi gran discurso final.
-Naaaada... -dije-. Tranquilos. Ya sabéis. Era sólo... una idea. Una teoría en la que estoy trabajando. Aún no he solucionado sus puntos flojos.
-Miradle la cara- dijo el tipo sin hogar-. Oh, habla en serio, de veras.
-¿Y cómo funcionaría la cosa si de unos grupos nacieran otros?- dijo Ed-. Como..., no sé, si Nirvana volviera a juntarse..., los Foo Fighters tendrían que separarse. Y serían muy infelices.
-No todos ellos- puntualicé.
-¿Y qué me dices de los segundos matrimonios? Hay montones de segundos matrimonios felices.
-No habría existido Clash. Porque Joe Strummer habría tenido que quedarse con su primer grupo.
-¿Y quién fue tu primera novia?
-¡Kathy Gorecki!- dijo Ed-. ¡Ja!
-Pues seguirías con ella- dijo Lizzie.
-Sí, claro -me encogí de hombros-. Era estupenda. No habrías llevado una mala vida con ella.
-¡Pero nunca te dejaba hacer nada!- dijo Ed-. Ni siquiera meterle la mano debajo del sostén.
-Seguro que ya lo habrías conseguido. Llevaríais quince años juntos.
-Oh, tío- dijo Ed, con el tono de voz que normalmente empleábamos cuando Maureen había dicho algo desgarrador-. No
puedo pegarte.
Recorrimos un trecho de la calle y entramos en un pub, y Ed me invitó a una Guinness, y Lizzie compró un paquete de cigarrillos en la máquina y lo puso encima de la mesa para que lo compartieramos, y estuvimos allí sentados, y Ed y Lizzie me miraban como si estuvieran esperando a que recuperara el resuello.
-No sabía que te sintieras tan mal- dijo Ed al cabo de un rato.
-¿Y lo del suicidio? ¿No bastaba para hacerse una idea?
-Sí. Me enteré que quisiste matarte. Pero no sabía que te sintieras tan mal como para querer arreglar las cosas con Lizzie
y el grupo. Eso indica una infeliciad completamente diferente, mucho mayor que la que pueda llevarte al suicidio.
Lizzie intentó no reirse, y el esfuerzo hizo que soltara algo como un bufido extraño, y yo di un largo trago a mi Guinness.
Y de pronto, durante apenas un momento, me sentí bien.
Ayudaba el hecho de que me encantara la Guinness fría; y también que amaba de verdad a Ed y a Lizzie. O que los hubiera amado en el pasado, o amado más o menos, o amado y odiado al mismo tiempo, o lo que sea. Y quizá por primera vez en los últimos meses reconocía algo llanamente, algo que sabía que había estado oculto en mis entrañas, o en algún punto de la nuca (o en alguna parte que me permitía fingir que no lo notaba). Y lo que reconocí fue lo siguiente: que había querido matarme no porque odiara vivir, sino porque me encantaba la vida. Y lo cierto del asunto es que, en mi opinión, un buen montón de gente que piensa en quitarse la vida siente igual que yo. Creo que así es como se sentían Maureen y Jess y Martin. Aman la vida, pero se les ha jodido todo en ella, y por eso me encontré con ellos y por eso seguimos todos en este planeta. Nos subimos a aquella azotea porque no podíamos encontrar el camino de regreso a la vida, y al vernos excluidos de ella de tal manera... Es que la vida te destruye, tío. Así que es como un acto de desesperación, no de nihilismo. Es una eutanasia, no un asesinato. No sé por qué se me ocurrió de pronto en ese momento. Quizá porque estaba en un pub con gente a la que amaba, bebiéndome una Guinness, y sé que ya lo he dicho antes, pero me encanta la Guinness, como me encanta too tipo de bebidas con alcohol (como es justo que así sea, pues es una de las glorias de la creación divina). Y acabábamos de montar aquella estúpida escena en la acera, y hasta aquello me parecía que había estado bien, porque a veces son este tipo de momentos -los realmente complicados, los momentos realmente absorbentes- los que te hacen darte cuenta de que hasta en los malos tiempos hay cosas que te hacen sentirte vivo. Y además está la música, las chicas, y las drogas, y la gente sin hogar que ha leído a Pauline Kael, y pedales hawaianos, y patatas fritas inglesas de sabores, y que aún no he leído Vida y aventuras de Martín Chuzzlewit, y... El mundo está lleno de montones de cosas.
Y no sé qué cambió con este reconocimiento, con este repentino flash. No fue como a mí me habría gustado, ya saben, aferrarme a la vida con un apasionado abrazo y jurar no dejarla hasta que ella me deje a mí. En cierto modo, empeoró las cosas en lugar de mejorarlas. En cuanto dejas de hacer como que todo es una mierda y no ves el momento de liberarte de ello -que es la historia que me he estado contando desde hace un tiempo-, la cosa se hace más dolorosa, no menos. Decirte que la vida es una mierda es una especie de anestésico, y cuando dejas de tomarlo empiezas a darte cuenta de lo mucho que duele, y dónde, y que ese tipo de dolor no le hace a uno ningún bien.
Y estuvo muy bien que estuviera con mi ex amante y mi hermano en el preciso momento en que me di cuenta de todo esto, porque la reflexión valía para ambas cosas. Los amaba y siempre los amaría, pero ya no había sitio donde poder ubicarlos, porque yo ya no tenía sitio donde poner todas las cosas que sentía. No sabía qué hacer con ellos, y ellos no sabían qué hacer conmigo (pero ¿no es eso la vida?).
-Nunca dije que rompería contigo porque no ibas a ser una estrella de rock- dijo Lizzie al cabo de un rato-. Lo sabes, ¿verdad?
Negué con la cabeza. No lo sabía. Lo que llevo dicho corrobora lo que afirmo. Ni una sola vez en esta historia he reconocido ningún tipo de malentendido, deliberado o no. Hasta donde yo se, Lizzie me había dejado porque yo era un perdedor en el mundo de la música.
-¿Qué es lo que dijiste, entonces? Dímelo de nuevo. Te escucharé con los oídos bien abiertos.
-¿Qué puede importar ya? Todos hemos cambiado, ¿no?
-Más o menos.- No iba a admitir que yo segúia sin moverme, o incluso que había retrocedido.
-Muy bien. Lo que dije fue que no podría estar contigo si no fueras músico.
-Eso no era tan importante para tí entonces. Ni siquiera te gusta tanto la música.
-No me estás escuchando, JJ. Eres músico. No es tanto lo que hacías. Es más lo que eres. Y no estoy diciendo que vayas a ser un músico de éxito. Ni siquiera sé si eres bueno o no. Pero yo veía que no ibas a servir para nada si lo dejabas. Y mira lo que ha pasado. Deshaces el grupo, y cinco minutos después te subes a lo alto de un edificio. Estás ligado a la música. Y sin ella estás muerto. O más te valdría estarlo.
-O sea que... Ya. No tiene nada que ver con no tener éxito...
-Dios, ¿por quién me has tomado?
Pero no estaba hablando de ella; estaba hablando de mí. Nunca lo había mirado de ese modo. Pensé que todo se había debido a mi fracaso, pero no era así. Y en ese momento sentí ganas de llorar a desconsoladamente porque sabía que Lizzie tenía razón, y a veces la verad hace que te sientas de ese modo. Tenía ganas de llorar porque iba a volver a hacer música otra vez, y porque lo echaba de menos tanto... Y tenía ganas de llorar porque sabía que hacer música nunca me iba a hacer tener éxito; Lizzie acaba de condenarme, pues, a otros treinta y cinco años de pobreza, al desarraigo, a la desesperación, a no tener seguro médico, a moteles sin agua caliente y a hamburguesas infames. Sí, y la diferencia estribaba en que me las comería en lugar de hacerlas."
JJ .*
*Esta novela coral se compone de capítulos cortos narrados los cuatro personajes principales. El fragmento que transcribí corresponde a JJ. En la contratapa de la edición de Anagrama que yo tengo lo decriben así: "JJ. s un joven americano con pinta de estrella del rock, e iba camino de serlo hasta que su grupo estalló, y acada uno se fue con la música a otra parte. O a ninguna, que fue lo que le pasó a JJ. Ahora reparte pizzas, y no lo soporta." O sea, se quedó sin banda y sin novia. Lo peor de lo peor para un músico..."
Sobre la novela:
"A lo largo del año hay tres días: Navidad, Año Nuevo y San Valentín, en los que las estadísticas de suicidios se disparan. Es lógico pensar que de vez en cuando algunos suicidas se encontrarán en los lugares más apropiados para suicidarse. La noche del 31 de diciembre cuatro personas coinciden en Londres en la azotea del Topper’s House, uno de los edificios que más atraen a los suicidas para dar el salto.
Los cuatro han subido allí con la intención de tirarse abajo, aunque impulsados por diferentes motivos. Martin era un presentador estrella de televisión. Divorciado y bebedor, su carrera profesional y el resto de su vida se van al garete cuando se descubre que uno de sus últimos ligues era una menor. Maureen es una mujer mayor y religiosa que vive sola con un hijo discapacitado que es un vegetal, no puede hablar ni comunicarse de ningún modo y necesita asistencia de alguien para todo. Jess es una macarra adolescente hija de un político del gobierno laborista. Es impulsiva, maleducada y bocazas, y le acaba de dejar su novio. El cuarto, J. J., es un roquero norteamericano con deseos de convertirse en una estrella de la música. Su novia le dejó poco después de que se rompiera su grupo, así que está frustrado y trabaja de repartidor de pizza. Cuando Maureen sube al Topper’s House el día de Nochevieja, se encuentra con Martin balanceando las piernas sentado en el borde de la azotea. Pero se hacen cargo de la situación y cada uno sigue con lo suyo. Poco después irrumpe Jess bastante alterada y rompe el clima de intimidad suicida. Discute con Martin y al rato aparece J. J. con una pizza en la mano aún pendiente de entrega. Acaban sentados en el suelo comiéndose la pizza.
Probablemente es más fácil suicidarse que permitir a otro que lo haga. La cuestión es que esa noche ninguno de los cuatro salta desde la azotea. Como la “magia” del momento que habían elegido se ha roto, pero siguen convencidos de su decisión, establecen una cita el día de San Valentín y adquieren el compromiso de volver a encontrarse en esa fecha para saltar juntos.
“¿Puedo explicar por qué quería saltar desde lo alto de un edificio? Pues claro que puedo explicar por qué quería saltar desde lo alto de un edificio. No soy ningún maldito idiota. Puedo explicarlo porque no era inexplicable: era una decisión lógica, producto de un razonamiento correcto. Y ni siquiera era un pensamiento serio. No me refiero a que fuera un pensamiento caprichoso: me refiero a que no era terriblemente complicado, o desesperado.”
Nick Hornby, En picado, Anagrama, 2007
http://www.nickhornby.net/